"Estaba oprimido de tal manera que llegué a desesperar
de la vida, pero aquello fue para que yo no confíe en mí mismo, sino en Dios
que levanta los muertos." 2ª Corintios 1:8-9 (VERSIÓN INGLESA)
Los sufrimientos y
dificultades nos hacen comprender el valor de la vida. Cada vez que hemos
pasado en nuestra vida por medio de una prueba difícil, ello es para nosotros
como un nuevo principio; aprendemos mejor lo mucho que vale y la utilizamos de
una manera mejor en provecho de Dios y nuestro prójimo. Las dificultades y
sufrimientos nos ayudan a comprender las pruebas por las que otros atraviesan,
y nos ponen en condiciones de poder ayudar y simpatizar con ellos.
Existe una cierta clase
de personas que aceptan teorías o promesas sin pensar profundamente acerca de
ellas, y hablan como no deben, de aquellos que temen o huyen de las pruebas. Pero
el hombre o mujer que ha sufrido mucho, nunca se porta de esta manera, sino que es dócil y benigno y sabe lo que
el sufrimiento verdaderamente significa. Esto es lo que San Pablo quería
dar a entender cuando dijo, "La muerte obra en ti."
Necesitamos las pruebas
y los sufrimientos para que nos impulsen a marchar hacia adelante, como el
vapor necesita el fuego de su horno que le da la fuerza, mueve el pistón, y
conduce la máquina que impele al gran buque a cruzar los mares contra viento y
marea. –A. B. SIMPSON.
Los ojos que han sido
bañados con lágrimas, brillan con una luz más pura y clara.
L. B. COWMAN - (DEV. "MANANTIALES EN EL DESIERTO")
L. B. COWMAN - (DEV. "MANANTIALES EN EL DESIERTO")