miércoles, 7 de febrero de 2018

Manantiales 7 febrero





“¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí?” Salmo 43:5


¿Hay alguna razón para estar abatido? Hay dos razones y sólo dos. Si sentimos que no somos convertidos, hay razón para sentirse uno abatido; o si habiendo sido convertidos vivimos una vida de pecado.

Pero aparte de estas dos razones no hay motivos para abatirse, porque todo lo demás podemos ponerlo delante de Dios en la oración con súplica y acción de gracias. Y con respecto a todas nuestras necesidades, dificultades y pruebas, podemos ejercitar la fe con el poder y el amor de Dios.

"Esperanza tú estás en Dios." Recuerda esto. No hay tiempo en que no podamos confiar en Dios. Cualquiera que sean nuestras necesidades, por muy grandes que sean nuestras dificultades, y aunque parezca que la ayuda es imposible, no obstante, nuestro deber es el confiar en Dios, si hacemos esto, hallaremos que no lo hemos hecho en vano. En el tiempo que el Señor lo juzgue oportuno, obtendremos la ayuda.

¡Cuántos centenares y millares de veces he experimentado esto durante los setenta años y cuatro meses pasados!

Cuando parecía imposible que pudiese recibir ayuda, la ayuda venía; porque Dios posee Sus propios recursos. El no tiene límites. Dios puede ayudarnos en diez mil diferentes maneras y en diez mil ocasiones distintas.

Lo que nosotros tenemos que hacer es poner nuestros asuntos delante de Dios y con simplicidad infantil derramar lo que tengamos en nuestro corazón delante de El, diciendo:

"Yo no merezco que me oigas ni contestes mis peticiones, pero por amor de mi bendito Señor Jesús; por Su causa, contesta mi oración y concédeme Tu gracia para que espere pacientemente hasta que a Ti te plazca contestar mi oración. Porque yo creo que Tú lo harás en Tu propio tiempo y manera."

"Porque aún yo le alabaré." Oremos más, ejercitemos más nuestra fe, esperemos con más paciencia, y el resultado será una bendición, una bendición abundante. Porque así lo he experimentado centenares de veces y por lo tanto me digo constantemente, "Confía tú en Dios". -GEORGE MÜLLER-.



L. B. COWMAN - (DEV. "MANANTIALES EN EL DESIERTO")









TRADUCCIÓN