“Acordaos de
las maravillas que él ha hecho, de sus prodigios y de los juicios de su boca” Salmo
105:5 (Leer: Josué 3:14-4:7)
A veces, cuando me conecto a Internet, Facebook me
muestra «recuerdos» de cosas que posteé en años anteriores.
Esos recuerdos, tales como fotos del casamiento de mi
hermano o de mi hija jugando con mi abuela, suelen hacerme sonreír. Pero, otras
veces, el efecto emocional es más profundo. Cuando veo una nota sobre una
visita a mi cuñado, en quimioterapia, o una foto del vendaje en la cabeza de mi
madre, luego de una cirugía cerebral, me trae a la memoria la presencia fiel de
Dios durante las circunstancias difíciles. Estos recuerdos me impulsan a orar y
dar gracias.
Todos tendemos a olvidar las cosas que el Señor ha hecho
por nosotros. Por eso, necesitamos recordatorios. Cuando Josué lideró al pueblo
de Dios hacia su nuevo hogar, tuvieron que cruzar el río Jordán (Josué 3:15-16).
Dios dividió las aguas, y el pueblo cruzó sobre el lecho
seco (v. 17). Para construir un recordatorio de este milagro, tomaron doce
piedras de la mitad del río y las apilaron en la otra ribera (4:3; 6-7).
Cuando otros preguntaran qué significaban esas piedras,
el pueblo de Dios les relataría la historia de lo que Dios había hecho aquel
día.
Los recordatorios palpables de la fidelidad de Dios en el
pasado pueden ayudarnos a confiar en Él en el presente… y para el futuro.
Señor, gracias por los recuerdos de tu fidelidad.
¿Cómo puedes crear recordatorios palpables de la
fidelidad de Dios?
(La Biblia en
un año: Génesis 23–24 — Mateo 7:1-29)
AMY PETERSON -
(DEVOCIONAL “NUESTRO PAN DIARIO")