EL LIBRO DE ORO DE LA VERDADERA FE CRISTIANA
-JUAN CALVINO-
DESCRIPCIÓN: Publicada en
1550 en latín y francés, con el título De Vita Hominis Christianiti, y
traducida a diferentes idiomas a lo largo de las generaciones, esta obra de
Juan Calvino es uno de los clásicos devocionales de la literatura protestante,
junto con la Imitación de Cristo de Kempis y el Manual de la reforma interior
de Gerald Zerbolt. No obstante, la obra de Calvino adopta un enfoque distinto
al centrarse, de una manera especial, en los aspectos eminentemente prácticos
de la vida cristiana, tomando así la línea más realista manifestada por el
mismo Jesucristo: «No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del
mal» (Jn. 17:15). Podemos
afirmar, pues, que El Libro de oro de la verdadera vida cristiana contiene en
su esencia todo el genio de la Reforma, en tanto que alienta el corazón,
inspira la mente y enardece la voluntad.
LA ORACIÓN DE CALVINO.
Dios y Padre
Todopoderoso, en esta vida hemos tenido muchas luchas, danos la fuerza de Tu
Santo Espíritu, para que vayamos en medio del fuego y de las muchas aguas con
valor, y así someternos a tus reglas, para ir al encuentro de la muerte sin
temor, con total confianza de Tu asistencia. Concédenos también que podamos
llevar todo el odio y la enemistad de la humanidad hasta que hayamos ganado la
última victoria y podamos llegar al bendito descanso que Tu Único Hijo ha
adquirido para nosotros por medio de Su sangre. Amén.
CAPÍTULO 1: LA OBEDIENCIA HUMILDE, VERDADERA
IMITACIÓN DE CRISTO
LA ESCRITURA ES LA REGLA DE LA VIDA
1. La meta de la nueva vida en Cristo es
que los hijos de Dios exhiban la “melodía y armonía” de Dios en su conducta.
¿Qué melodía? La canción del Dios de justicia. ¿Qué armonía? La armonía entre
la justicia de Dios y nuestra obediencia. Únicamente andando en la maravillosa
ley de Dios podemos estar seguros de nuestra adopción como hijos del Padre. La
ley de Dios contiene en sí misma la dinámica de la nueva vida por medio de la
cual Dios restaura su imagen en nosotros; pero por naturaleza somos perezosos y
negligentes, por lo necesitamos la ayuda y el estimulo de un principio que nos guíe
en nuestros esfuerzos. Un sincero
arrepentimiento de corazón no nos garantiza que no nos desviemos del
camino recto. Es más, muchas veces nos encontramos perplejos y desconcertados.
Busquemos, pues en la escritura el principio fundamental para reforma y
encausar nuestra vida.
2. la Escritura contiene un gran número
de exhortaciones, para tratarlas todas necesitamos un gran volumen. Los padres
de la iglesia han escrito grandes obras sobre las virtudes que son necesarias
en la vida cristiana. Son escritos de un significado tan valioso que ni los
eruditos más hábiles podrían agotar las profundidades de una sola virtud. Sin
embargo, para una devoción pura, no es necesario leer las excelentes obras de
los Padres de la iglesia, sino solamente entender la regla básica de la Biblia (1).
3. Nadie debería sacar la conclusión de
que la brevedad de un tratado sobre la conducta cristiana hace que los escritos
elaborados de otras personas sean superfluos, o que su filosofía no tenga
valor. Sin embargo, los filósofos están acostumbrados a hablar de los
principios generales y reglas específicas, pero la Escritura tiene un orden
propio. Los filósofos son ambiciosos y, por consiguiente, apuntan a una
exquisita claridad y una hábil ingenuidad; pero la Escritura tiene una hermosa
precisión y una certeza que sobrepasa a todos los filósofos. Los filósofos a
menudo hacen unas demostraciones
conmovedoras, pero El Espíritu Santo tiene un método diferente (directo,
sencillo y entendible), el cual no debe ser subestimado (2).
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NOTA:
(1) Aquí Calvino inserta: "No
soy la persona idónea para escribir copiosamente. Ya que amo la brevedad. Es
probable que lo intente en el futuro; de todas formas. Dejaré esta tarea a los
otros."
(2) Evidentemente Calvino aquí está
pensando en 1ª Cor. 1-3.
JUAN CALVINO - (DEV. "EL LIBRO DE ORO DE LA VERD.")