Vemos una
imagen gloriosa de la gracia en la intervención de Dios en Sodoma, cuando él,
literalmente, tomó a Lot y a su familia y los sacó de la ciudad: “Y deteniéndose
él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de las manos de
sus dos hijas, según la misericordia de Jehová para con él; y lo sacaron y lo
pusieron fuera de la ciudad.” (Génesis 19:16).
Mientras Lot se
detenía a las puertas de la destrucción, sin fuerza ni voluntad para liberarse
a sí mismo, Dios condujo de la mano a este confundido y engañado hombre, atado
por el pecado, a un lugar seguro. Él le estaba diciendo a Lot, en esencia: “Yo
te amo y no voy a permitir que mueras en esta efervescencia de juicio. Tú eres
un hombre justo, Lot; y yo te he advertido. ¡Ahora ven!”
“Porque Cristo,
cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos” (Romanos 5:6). El
significado literal de “débiles” aquí es “sin capacidad o voluntad”. Dios dice
que Él está dispuesto a actuar en nuestro favor porque nosotros no tenemos nada
que ofrecer.
El Señor tenía
una directiva más para Lot: “Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en
toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas” (Génesis 19:17). Acá, el monte representa la presencia de
Dios, un lugar a solas con Él. Vemos que esta imagen se repite a través de
las Escrituras. Fue en un monte que Moisés fue tocado por la gloria de Dios;
Jesús buscó a su Padre en oración; Cristo fue transfigurado delante de sus
discípulos.
“Grande es
Jehová, y digno de ser en gran manera alabado en la ciudad de nuestro Dios, en
su monte santo” (Salmos 48:1).
“Venid, y
subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus
caminos, y caminaremos por sus sendas” (Isaías 2:3).
Cuando Dios te
libera por la fe en sus promesas, ¡corre directamente al monte de su santidad,
su presencia.
DAVID WILKERSON - (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)