ÁGAPES
“Así como el Señor los perdonó, perdonen también
ustedes. Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto.”
Colosenses 3:13-14 (Leer: Colosenses 3:12-15)
Se juntan todos
para cenar en la temporada navideña. La buena comida viene acompañada de la
buena bebida. Hay excesos tanto de una como de otra. A todo ello se suma que
las rencillas familiares no se han solucionado. Con tales ingredientes, una
velada de armonía familiar es realmente una bomba de relojería. En algún
momento, casi siempre por culpa de la “desinhibición” del alcohol, se hacen
alusiones indebidas, se sacan temas afilados y se toca donde no había que
tocar. Y estalla la trifulca.
La testaruda realidad pierde su frágil máscara. Lo
más fácil sería pedir perdón y perdonar. Sobre todo cuando es en el seno de
una pequeña comunidad con lazos de sangre, que por naturaleza deberían ser
lazos de amor. El modelo de Dios es el perdón. Su razón es muy sencilla, y es a
la vez un modelo: “Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes”. Y
la clave para tratar cualquier derivación del conflicto o todo posible origen
de nuevas contiendas es también clara: “Por encima de todo, vístanse de amor,
que es el vínculo perfecto”.
ORACIÓN: Gracias, Señor, por la familia de
sangre y por la familia de la fe. No dejes que mi orgullo rompa esos preciosos
lazos. Amén.
MINISTERIO REFORMA - (DEVOCIONAL “CADA DÍA”)
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El Rev. Juan Boonstra es quien nos guía este
mes a apreciar la Biblia y lo que ella tiene que decir para todos. Él fue el
director y la voz de La Hora de la Reforma por más de un
cuarto de siglo.