“...¿Qué es eso que tienes en la mano?...” (Éxodo
4:2 LBLA)
Cuando Dios
llamó a Moisés una de las primeras preguntas que le hizo fue: “...¿Qué es eso
que tienes en la mano?...” (Éxodo 4:2 LBLA). Moisés estaba agarrando el cayado
de pastor, el que usaba a diario para dirigir y proteger a las ovejas. Pero
Dios tenía otros planes para él, ¡y mucho mayores! Con esa vara dividió el Mar
Rojo y condujo al pueblo de Israel a la Tierra Prometida. Cuando Dios te
pregunta “¿Qué es eso que tienes en la mano?”, Él quiere que pienses en tus
talentos, experiencias, relaciones, formación, recursos, y también en tu mente
y tu temperamento. El doctor Martin Seligman habla de nuestras “fortalezas
personales”.
Estas se pueden
clasificar en seis categorías:
1) Sabiduría y conocimiento. Aquí entran
cosas como la curiosidad, el deseo de aprender, la sensatez y la inteligencia
social.
2) Valentía. Esta abarca la perseverancia y la
integridad.
3) Humanidad. La capacidad de ser bondadoso y de
mostrar misericordia.
4) Justicia. La capacidad de aportar imparcialidad
y de liderazgo.
5) Templanza. Comprende el dominio propio, la
prudencia y la humildad.
6) Transcendencia. Aprecio de la belleza, el
agradecimiento, la capacidad de enfrentar situaciones diversas y de vivir
contentos.
Todos tenemos
parte de esas fortalezas, pero aquellas con las que te sientes más identificado
son tus “fortalezas personales”. Una vez que las hayas identificado, empezarás
a entender tu llamado. Pero ten cuidado; el enemigo quiere convencerte de que
Dios no te va a usar a causa de tus debilidades. Sin embargo es lo contrario;
¿quién puede identificarse mejor con los que están en duelo que alguien que lo
ha vivido en su propia carne? Chuck Colson era el letrado supremo de la Casa
Blanca hasta el escándalo de Watergate. Solo después de haber estado en la
cárcel fue apto para empezar su ministerio Prison Fellowship. Entonces,
discierne tu llamado.
BOB Y DEBBIE GASS - (DEVOCIONAL "LA PALABRA
PARA HOY")