“Quita, pues, de tu corazón el enojo, y
aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad.”
Eclesiastés 11:10 (Leer: Proverbios
14:30, 15:13)
Continuamos
estudiando el hastío, resumiendo las conclusiones de María Beynon Ray:
”Que el
cansancio mental no puede causar fatiga”.
”Que la fatiga
que sentimos puede ser verdadera fatiga, una incapacidad de seguir trabajando
eficientemente; o un sentido de fatiga, que no es una verdadera incapacidad de
trabajar ni siquiera una medida de fatiga y que en ninguno de ambos casos puede
ser producida por el trabajo mental.”
”Que es el
hastío, no el trabajo, la causa de mucha fatiga; el hastío y otros factores
psicológicos”.
”Que la ciencia
no conoce tal cosa como un hombre llevado al punto del agotamiento o el colapso
por el trabajo mental”.
”Que la fatiga
crónica del trabajador sedentario es debida en un 100% a factores psicológicos.
”Que la fatiga
que no es eliminada por un período normal de descanso, es patológica y que
ninguna cantidad de descanso podrá curarla”.
”Que las
glándulas influencian la cantidad de energía, pero que la mayor parte de la
gente es normal en este sentido y sólo necesita aplicar los estímulos
emocionales convenientes para estimular la energía glandular”.
Una de las
cosas que la psicología y la medicina vienen subrayando es que ningún órgano
funciona correctamente si se le presta continua atención. Es posible afectar el
ritmo de un órgano pensando en él. El órgano, si piensa, no piensa acerca de sí
mismo, sino del conjunto. Pierde su vida y la halla. Lo mismo ocurre con la
persona en su totalidad. Debe pensar en algo que esté más allá de sí misma para
vivir en forma rítmica y feliz, sin cansancio. Los centrados en sí mismos se
cansan ellos mismos.
Si quitas tus
ojos de ti mismo y los fijas en los demás, la fatiga desaparecerá. Alguien ha
dicho: “Cuando miramos hacia adentro nos deprimimos, cuando miramos alrededor
nos impresionamos, cuando miramos a Jesús somos bendecidos.” Míralo a El y a
los demás en lugar de mirarte a ti mismo.
ORACIÓN. Oh Dios, fuente de la vida, manantial
de toda energía, vengo a ti con mis nervios exhaustos, exhaustos por el
conflicto y el temor y el hastío. Traigo a ti mi cansancio. Báñalos en la
fuente de tu calma y de tu paz. Dame un nuevo sentido de vivir con un
propósito, el propósito de hacer tu voluntad, y en tu voluntad no hallar lugar
para el hastío. En el nombre de Jesús. Amén.
AFIRMACIÓN PARA EL DÍA. "Que
nuestro Dios ilumine nuestros ojos y nos conceda sostenimiento en los días de
nuestra cautividad" (Esdras 9:8).
E. STANLEY JONES - (DEVOCIONAL DIARIO “EL CAMINO”)


