“Venid vosotros aparte ... y descansad un poco.” Marcos 6:31
Seguir a Jesús
debería llenarte de energía y no dejarte con la sensación de estar exhausto.
Jesús predicó a unos campesinos que usaban bueyes para arar los campos. También
seguían unas normas religiosas que no les permitían relajarse y experimentar el
amor y la gracia de Dios, así que les dijo: “Venid a mí, todos los que estáis
cansados y cargados, y yo os haré descansar. Tomad mi yugo sobre vosotros y
aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para
vuestras almas. Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera” (Mateo 11:28-30
LBLA). Jesús estaba mucho más ocupado que ninguno de nosotros, pero llevó a
cabo sus tareas de tal modo que nunca interrumpió la conexión vivificante con
el Padre ni permitió que su actividad fuera una traba a la hora de mostrar amor
cuando se requería.
Normalmente se
retiraba del ajetreo cotidiano para orar. Incluso cuando sus discípulos
regresaron eufóricos por su éxito ministerial Jesús les dijo: “Venid vosotros
aparte ... y descansad un poco”, porque, como añade Marcos: “Eran muchos los
que iban y venían, de manera que ni aún tenían tiempo para comer” (Marcos
6:31). Tener siempre prisa es una señal
de una vida sin una escala de prioridades, un indicio de haber puesto en
primer lugar las cosas secundarias o terciarias. No solo Dios nos mandó que
descansáramos el séptimo día de la semana, sino que también les ordenó a los
campesinos judíos que dejaran descansar sus campos cada siete años para que
produjeran mejores cosechas. El problema es que queremos una maduración
instantánea, como de microondas ... y con ello sacrifi-camos la sabiduría por la
información y en lugar de profundizar en algo queremos abarcar demasiado, lo
cual nunca funciona. La profundidad en
tu relación con Dios llegará lentamente. Seguir a Jesús no es algo que se pueda
hacer corriendo a toda velocidad, pues no puedes ir más rápido que tu Maestro.
BOB Y DEBBIE GASS - (DEVOCIONAL "LA PALABRA
PARA HOY")