sábado, 11 de marzo de 2017

Estar dispuesto a pagar el precio 11 marzo





“...estoy ocupado en una gran obra, y no puedo ir” (Nehemías 6:3 NVI)


El éxito normalmente llega al final de la lucha; si fuera fácil, todo el mundo lo conseguiría. En el éxito no hay atajos, rebajas ni “gangas”. El valor de algo se define por el precio que estás dispuesto a pagar por ello. Y cuando verdaderamente valoras algo, no lo pondrás en peligro fácilmente, porque recuerdas cuánto te costó. ¿A qué le temes hoy? ¿A fallar? Deberías hacer lo contrario: arrepentirte de lo que no intentaste. ¿Temes a las críticas? Afróntalas. A medida que avances en la vida, a ciertas personas les molestará que triunfes; siempre será así, tanto si eres arrogante como si no. Todos queremos caerles bien a los demás, pero en algún momento tendrás que preguntarte: ‘¿Cuánto estoy dispuesto a ceder a fin de caer bien y ser aceptado?’

Nehemías, quien edificó los muros de Jerusalén, dijo: “Estoy ocupado en una gran obra, y no puedo ir” (Nehemías 6:3 NVI). Cada vez que te adhieres a la opinión de los demás en vez de a la voluntad de Dios, dices lo contrario: “Puedo ir”. ¡Quédate en el muro! Continúa poniendo ladrillos o haciendo lo que sea que Dios te haya encomendado. El progreso a veces conlleva soledad y críticas, pero al exponerte a ambas cosas puede que Dios te esté preparando ahora para un nuevo grado de bendiciones. ¿Lo podrás aguantar? No todo el mundo puede, pero si eres de los que no se quedan en las gradas mirando cómo otros juegan, ¡ve a por ello! Dios te recompensará por cada paso de fe que des y por cada sacrificio que hagas.




BOB Y DEBBIE GASS - (DEVOCIONAL "LA PALABRA PARA HOY")










TRADUCCIÓN