“…el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su
Espíritu” Efesios 3:16b (Lea: Efesios 3:14-21)
¿Qué significa el
hombre interior? Muchos consideran que esto se refiere al alma, con sus
facultades de la razón, las emociones y la voluntad. Pero yo no creo que sea
esto a lo que se refiere Pablo aquí, porque en 2 Corintios 4 nos da una clave
acerca de lo que quiere decir cuando se refiere al “hombre interior”. Está
diciendo que aunque “nuestro hombre exterior se va desgastando, el hombre
interior no obstante se renueva de día en día” (4:16). Es decir, para los
cristianos hay algo de nosotros que se está volviendo viejo, degenerándose y
deteriorándose, pero al mismo tiempo hay algo en nosotros que se está volviendo
más vital, aumentando y volviéndose más rico, más profundo y más fuerte cada
día que vivimos. Eso es a lo que llama “el hombre interior”.
Su alma se envejece de
la misma manera que le sucede a su cuerpo. Está claro que el alma forma parte
de nuestra vida, que a su vez es parte de la persona exterior, que perece día
tras día.
Pero ese no es el
hombre interior. El hombre interior es
el espíritu humano y es ahí donde Dios comienza la obra de recuperación. No
en el ámbito de nuestros sentimientos, sino en lo que los psicólogos
denominarían el dominio del subconsciente, la parte más profunda de nuestra
vida, el elemento fundamental de nuestra naturaleza. Cuando se siente usted
realmente desanimado, cuando se siente verdaderamente angustiado y se ha dado
por vencido, generalmente se describe este estado como abatimiento, que es un
término de lo más apropiado. No se trata sencillamente de una cuestión de
aburrimiento temporal, porque eso tendría que ver con el ámbito del alma.
Vemos, por lo tanto, que esto es algo que afecta al espíritu, que es el nivel
más profundo de la vida humana, de modo que se siente usted dominado por la
desesperación y la indiferencia.
Es ahí donde debe
empezar la recuperación y a lo que el apóstol se refiere aquí es a la capacidad
del Creador mismo, que es nuestro Padre amoroso, que nos transmite una nueva
infusión de fuerzas por medio de Su Espíritu a nuestro espíritu, que es el ser
interior. En 1 de Corintios 12 Pablo dice, hablando acerca de los creyentes:
“porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo… y a todos se
nos dio a beber de un mismo Espíritu” (v. 13). Para eso es nuestro espíritu humano, para beber del Espíritu de Dios a
fin de que podamos ser refrescados y revitalizados. De la misma manera que
al tomar una bebida su cuerpo se refresca, el beber del Espíritu refresca su
espíritu, en el nivel más profundo de su vida.
Ese no es el ámbito de
los sentimientos. Nos obsesionamos de tal manera con este proceso de la
recuperación espiritual que hace que estemos deseando siempre sentirnos bien de
inmediato. Llegará un momento en que nos sentiremos aliviados, pero no empieza
ahí, sino que comienza al nivel del espíritu y puede que no sea nada más que
tomar conciencia de tener la seguridad de que las cosas se van a solucionar.
Este paso inicial no es
responsabilidad de usted, sino de Dios. Todo cuanto se necesita es que usted se
lo pida. Pablo estuvo orando para que les fuese concedido a estos efesios.
Cuando nosotros pedimos a este nivel, Dios promete contestar a nuestras
oraciones.
ORACIÓN. Padre, te doy gracias por poder venir a Ti y pedirte que me fortalezcas en mi hombre interior y que gracias a Tu gran amor pueda confiar en que Tú vas a contestar al clamor de mi corazón.
APLICACIÓN PARA LA VIDA. ¿Qué sabemos exactamente acerca de nuestro ser interior? ¿Es posible que todavía necesitemos conocer de verdad la vida de Cristo en nosotros por medio de la fe? ¿Cuál es nuestra responsabilidad en ese sentido?
RAY STEADMAN - (DEV. "EL PODER DE SU PRESENCIA")
ORACIÓN. Padre, te doy gracias por poder venir a Ti y pedirte que me fortalezcas en mi hombre interior y que gracias a Tu gran amor pueda confiar en que Tú vas a contestar al clamor de mi corazón.
APLICACIÓN PARA LA VIDA. ¿Qué sabemos exactamente acerca de nuestro ser interior? ¿Es posible que todavía necesitemos conocer de verdad la vida de Cristo en nosotros por medio de la fe? ¿Cuál es nuestra responsabilidad en ese sentido?
RAY STEADMAN - (DEV. "EL PODER DE SU PRESENCIA")


