“Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a
la medida del don de Cristo” Efesios
4:7 (Lea: Efesios 4:7-10)
¿De qué manera se
espera que la iglesia demuestre el poder de Dios y de ese modo ejerza su influencia
sobre la sociedad? El apóstol sugiere claramente que el poder de la iglesia se
halla en que los cristianos descubran y ejerciten de manera inteligente el don
espiritual que les fue dado cuando se convirtieron en miembros del cuerpo de
Cristo. Este es en general un principio olvidado en la actualidad, y es debido
a ello que la iglesia es tan débil. Si alguna vez logramos recuperar la fuerza
que Dios pretendió que ejerciese la iglesia en la sociedad humana, será un
regreso a esa cosa tan sencilla que es el que cada persona ejercite su don
espiritual.
Después de todo, ¿no es
así como debe de funcionar un cuerpo físico? En el cuerpo de carne y de huesos
existen una variedad de células. El cuerpo funciona, no por medio de las
células que se reúnen y votan acerca de lo que es mejor hacer, sino
sencillamente haciendo aquello para lo que fueron diseñadas de manera
individual. Es la función de la cabeza relacionar esto, reuniéndolo todo y
haciendo que funcione de un modo efectivo, pero cada célula se dedica a la
labor de funcionar de acuerdo a cómo fue diseñada.
El cuerpo no funciona
cuando las células se sublevan. ¿Ha experi-mentado usted alguna vez la rebelión
de las células de los músculos de su estómago? ¡A esto lo llamamos indigestión!
Quiere decir que el cuerpo está enfermo y no está funcionando de la manera que
debiera de hacerlo. Ese es todo el problema en la iglesia hoy. En tantos
lugares se ha olvidado de que es un cuerpo y ha intentado funcionar como si
fuese otra organización humana y, por lo tanto, no tiene ya más poder que
ninguna otra organización humana que funciona en el mundo. Pero Pablo nos recuerda que el secreto del funcionamiento de la iglesia
es que cada cristiano tiene un don.
Es nuestra
responsabilidad reconocer y hacer uso de ese don. Si es usted cristiano, si
tiene usted una nueva vida por el Espíritu de Dios mediante la fe en
Jesucristo, tiene usted un don espiritual. La iglesia empieza a vivir y a tener
un impacto e influencia sobre la sociedad cuando usted comienza a ejercitar su
don.
¿Sabe usted cuál es su
don? ¿Se ha preguntado alguna vez: “¿Cuál es el don que me ha concedido Dios
desde que soy cristiano? ¿Qué es lo que Él quiere que yo haga como un aspecto
general de ministerio?” ¿Sabe usted cómo reconocer un don? ¿Sabe usted cómo
desarrollarlo una vez que sabe cuál es? El impacto sobre la iglesia en este
aspecto está directamente relacionado con su manera de contestar a estas
preguntas. Su propio gozo y el sentirse realizado depende de cómo conteste
usted a estas preguntas.
ORACIÓN. Señor, te doy gracias por los dones espirituales que me has dado. Permíteme no sólo descubrirlos, sino usarlos para edificar a Tu cuerpo y glorificar a Tu Hijo en el poder del Espíritu.
APLICACIÓN PARA LA VIDA. Muchos cristianos todavía siguen siendo ingenuos hoy respecto a cómo funciona en realidad el Cuerpo de Cristo, lo cual da como resultado iglesias enfermizas. ¿Hemos descubierto nosotros y puesto en práctica nuestros dones espirituales?
ORACIÓN. Señor, te doy gracias por los dones espirituales que me has dado. Permíteme no sólo descubrirlos, sino usarlos para edificar a Tu cuerpo y glorificar a Tu Hijo en el poder del Espíritu.
APLICACIÓN PARA LA VIDA. Muchos cristianos todavía siguen siendo ingenuos hoy respecto a cómo funciona en realidad el Cuerpo de Cristo, lo cual da como resultado iglesias enfermizas. ¿Hemos descubierto nosotros y puesto en práctica nuestros dones espirituales?
RAY STEADMAN - (DEV. "EL PODER DE SU PRESENCIA")