“Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no
ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no
yo, sino la gracia de Dios conmigo.” 1ª Corintios 15:10
Lo que sea en que se
haya convertido Pablo, de acuerdo a su propia declaración, Pablo se lo debió
todo a la gracia de Dios. Cuando reflexiono sobre las palabras del gran
apóstol, me resulta lo que podríamos llamar su credo. Lo podemos reducir a tres
declaraciones. Ocasionalmente, ayuda tomar una verdad teológica profunda
multifacética y definirla en términos no técnicos.
La primera declaración:
Dios hace lo que hace por Su gracia.
La primera declaración de Pablo de que se le permitió vivir para ser un
portavoz y líder, fue por la gracia de Dios. Pablo merecía el tipo más severo
de juicio, pero en lugar de ello Dios le dio al hombre Su gracia. Humanamente
hablando, Pablo debió de soportar un increíble sufrimiento por todo el dolor y
angustia que causó a otros, pero no lo hizo porque Dios exhibió Su gracia.
Eso nos lleva a la
segunda declaración: soy lo que soy por
la gracia de Dios. Es como si estuviéramos admitiendo: si hay cualquier
cosa buena en mí, no merezco ninguna gloria, el crédito es de la gracia.
En nuestros días de
auto-realización y de un excesivo énfasis en la importancia de los logros
personales y unido a edificar nuestro reino egocentrista, esta idea de darle el
crédito a la gracia es un mensaje muy necesario. ¿Cuánta gente que alcanza la
cima en su carrera dice al reportero del "Wall Street Journal" o al
entrevistador del "Business Week" "Soy lo que soy por la gracia
de Dios"? ¿Cuántos atletas dirían algo así en un banquete en su honor? Qué
escándalo sería si hoy en día alguien dijera: "no te impresiones conmigo,
toda mi fama se lo debo a la gracia inmerecida de Dios" Tal franqueza es
rara.
Hay una tercera
declaración que parece estar implicada en la declaración de cierre de Pablo: te dejo ser lo que eres por la gracia de
Dios. La gracia no es algo que simplemente pueda ser reclamada, se debe
demostrar. Se debe compartir, usar como base para la amistad y de apoyo para
sostener las relaciones.
Jesús habló de una vida
abundante a la que entramos cuando reclamamos la libertad que Él provee por Su
gracia. ¿No sería maravilloso si la gente cooperara con Su plan? No hay nada
que pueda compararse a la gracia cuando se trata de liberar a otros de la
esclavitud.
CHARLES SWINDOLL - (DEV. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)
CHARLES SWINDOLL - (DEV. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)