Año 1 - Semana: 52 - Día: 5
LEE Salmos 26:1-12 – Una vida íntegra siempre alcanzará
la misericordia de Dios.
MEDITA. Hoy necesitamos recordar el origen de nuestra
solvencia espiritual. Es familiar escuchar de la gente decir, "esto lo
obtuve únicamente por mi gran esfuerzo; nadie me ayudó". Estas expresiones
jactanciosas muestran cómo el ser humano olvida fácilmente a Dios.
En cambio, el
salmista nos recuerda, que el grado de solvencia espiritual que obtengamos
depende mucho de nuestra confianza total en Dios, llegando incluso a solicitar
ser examinado en los pensamientos y sentimientos más íntimos. Queda muy claro,
que de ser encontrado en falta, la misericordia de Dios nos cubrirá con su
perdón.
El salmista nos
recuerda algo determinante: para vivir en integridad hay que tener un modo y estilo de vida definidos, caracterizados por la
separación de las acciones negativas y malas delante de Dios. Nos invita a
definir nuestra estancia, es decir, con quiénes y qué cosas hacemos. También
nos dice que es mejor vivir en constante acción de gracias a Dios y motivados
siempre a vivir con los suyos, buscando que todas nuestras relaciones permitan
el crecimiento de otros integrantes del cuerpo de Cristo.
Finalmente, hay que
aprender a definir nuestros motivos en la vida y a sostenernos en la gracia y
misericordia de Dios. Este sostén no es producido por nuestros méritos,
habilidades, destrezas o genialidades, sino que proviene de quien realmente
sustenta nuestra vida, de Dios, nuestro Señor.
APLICA. ¿Estás dependiendo de tus propias
fuerzas en tu relación con Dios? ¿Te presentas constantemente delante de Dios
para ser examinado en tus pensamientos y sentimientos más íntimos?
ORA. Dios mío, quiero vivir en integridad y que ésta provenga de
la confianza diaria y plena en tu gracia.
UNIÓN BÍBLICA INTERN. - (Dev. “ENCUENTRO CON DIOS”)