Año 1 - Semana: 50 - Día: 5
LEE Miqueas 3:1-12
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Dios da la espalda aún a los elegidos, si se inclinan ante el dinero.
MEDITA. Comienza el segundo discurso profético. Miqueas llama
al estrado a los príncipes y gobernantes y jueces (1) y con el dedo levantado
lanza su acusación: "Ustedes aborrecen lo bueno y aman lo malo" y
describe cómo sufre el pueblo las consecuencias de su actuación (2-3). Pasaron
2800 años y el mundo no ha cambiado en nada. Los gobernantes, legisladores y
jueces de nuestras naciones siguen con prácticas opresivas.
Pero ¿son los
gobiernos los únicos culpables? No. Igualmente culpables son los falsos
profetas, los mercaderes de la fe, los que coquetean con el poder para provecho
personal. Los que conducen al pueblo al error. Con el dedo levantado contra los
falsos profetas, Miqueas acusa irónicamente: "Está todo bien si me llenan
el bolsillo". (5-6)
¿Qué les espera a los
falsos profetas? Vergüenza, confusión y silencio de parte de Dios (7).
¿Seguiremos a estos hombres? Me pregunto ¿dónde están los Miqueas de nuestros
días? ¿Quién se levantará y pronunciará el juicio del Dios Todopoderoso? ¿O es
que Dios ha cambiado de opinión y ahora aprueba la corrupción? ¡No, Dios no
cambia jamás! (Stg. 1:17) Pero la iglesia ha enmudecido. ¡Pobres pueblos!
Miqueas terminó su
alegato y ahora viene el veredicto. "Las manos de los gobernantes están
teñidas de sangre inocente, de dinero sucio y de injusticias (9-11). Jeremías
repite las palabras de la sentencia de Miqueas 3.12 (Jer. 26:18). El rey de
Babilonia, Nabucodonosor, fue el verdugo que ejecutó esta sentencia.
APLICA. ¿Estás viendo alrededor de ti
pecados como los denunciados por Miqueas? No esperes que aparezca Miqueas,
porque Dios te lo ha mostrado a ti. Involúcrate en el cambio.
ORA. Señor, no quiero ser contado entre los cobardes que callan
las injusticias. Envíame hoy a transformar mi lugar de influencia.
UNIÓN BÍBLICA INTERN. - (Dev. “ENCUENTRO CON DIOS”)