Año 1 - Semana: 49 - Día: 5
LEE Ezequiel
3:22-27 – Dios mantuvo mudo e inactivo a Ezequiel antes de
hablar a los israelitas.
MEDITA. Antes de iniciar su tarea profética, Ezequiel fue
lleno del Espíritu de Dios, quien lo afirmó y le habló. El profeta recibió
instrucciones de permanecer en su casa y además de eso el Señor le advirtió que
quedaría mudo por un tiempo.
Es interesente
observar que el propósito de la reclusión y el silencio de Ezequiel no eran la
pasividad, sino el preludio de un trabajo intenso que iniciaría cuando Dios se
lo indicara y le diese el habla nuevamente.
Este pasaje nos
muestra nuevamente una faceta de la soberanía de Dios en nuestras vidas. El Señor tiene sus tiempos y nosotros
debemos someternos a su voluntad y prepararnos antes de la acción. En
relación con esto el predicador expresaba "Todo tiene su tiempo y todo lo
que se quiere debajo del cielo tiene su hora." (Ec. 3:1).
Hay momentos que Dios
decide algo que nosotros no entendemos y que pudiera parecer opuesto a la tarea
asignada. Sin embargo, ese período es parte de nuestra formación para las
asignaciones importantes y demanda extrema dependencia de Dios, que es quien
nos envía.
APLICA. ¿Estás tratando de sincronizar tus
actividades al tiempo de Dios? ¿Estás atento a discernir sobre los tiempos de
retiro y silencio, así como para los tiempos de hablar y actuar?
ORA. Dios mío, ayúdame a escuchar tu palabra y discernir tus
tiempos.
UNIÓN BÍBLICA INTERN. - (Dev. “ENCUENTRO CON DIOS”)