miércoles, 7 de diciembre de 2016

Tiempo: para callar y para hablar 7 diciembre





Año 1 - Semana: 49 - Día: 5



LEE Ezequiel 3:22-27 Dios mantuvo mudo e inactivo a Ezequiel antes de hablar a los israelitas.


MEDITA. Antes de iniciar su tarea profética, Ezequiel fue lleno del Espíritu de Dios, quien lo afirmó y le habló. El profeta recibió instrucciones de permanecer en su casa y además de eso el Señor le advirtió que quedaría mudo por un tiempo.

Es interesente observar que el propósito de la reclusión y el silencio de Ezequiel no eran la pasividad, sino el preludio de un trabajo intenso que iniciaría cuando Dios se lo indicara y le diese el habla nuevamente.

Este pasaje nos muestra nuevamente una faceta de la soberanía de Dios en nuestras vidas. El Señor tiene sus tiempos y nosotros debemos someternos a su voluntad y prepararnos antes de la acción. En relación con esto el predicador expresaba "Todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora." (Ec. 3:1).

Hay momentos que Dios decide algo que nosotros no entendemos y que pudiera parecer opuesto a la tarea asignada. Sin embargo, ese período es parte de nuestra formación para las asignaciones importantes y demanda extrema dependencia de Dios, que es quien nos envía.


APLICA. ¿Estás tratando de sincronizar tus actividades al tiempo de Dios? ¿Estás atento a discernir sobre los tiempos de retiro y silencio, así como para los tiempos de hablar y actuar?


ORA. Dios mío, ayúdame a escuchar tu palabra y discernir tus tiempos.



UNIÓN BÍBLICA INTERN. - (Dev. “ENCUENTRO CON DIOS”)









TRADUCCIÓN