“… Bernabé (que
traducido es, Hijo de consolación), […] tenía una heredad, la vendió y trajo el
precio […] a los pies de los apóstoles.”
Hechos 4:36-37 (Leer: Hch.
4:32-37; 9:26-27)
Hay una antigua canción que relata la historia de un
hombre que fue despedido de su trabajo y no tenía dinero para comprar un regalo
de Navidad para su hijita. Aunque se supone que diciembre es una época feliz
del año, su vida parecía oscura y fría.
El desánimo no es algo exclusivo de diciembre, pero puede
aumentar en esta época. Las expectativas podrían incrementarse y la tristeza
hacerse más profunda. Un poco de ánimo puede ayudar mucho.
José, oriundo de Chipre, fue uno de los primeros
seguidores de Jesús. Los apóstoles lo llamaron Bernabé, que significa «hijo de
consolación». También lo vemos en Hechos 4:36-37, cuando vendió una propiedad y
donó el dinero para ayudar a otros creyentes necesitados. También en 9:26,
cuando llevó a Saulo —conocido después como Pablo— ante los apóstoles, quienes le tenían miedo, y lo defendió por ser un
hombre al que Cristo había transformado.
Estamos rodeados de personas que necesitan recibir ánimo.
Una palabra oportuna, una llamada telefónica o una oración con ellas pueden
fortalecer su fe en Jesús.
La generosidad y el apoyo de Bernabé demuestran qué
significa ser un hijo de consolación. Tal vez sea el mejor regalo que puedas
darle a alguien esta Navidad.
Señor, gracias por el regalo del ánimo y la consolación.
Que nos alentemos unos a otros hoy.
El consuelo puede ser el mejor regalo que demos en esta
Navidad.
(La Biblia en
un año: Judas 1-25)
DAVID C.
MCCASLAND - (DEVOCIONAL
“NUESTRO PAN DIARIO")