“… los que
moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.” Isaías 9:2
(Leer: Isaías 9:1-7)
Martin Niemoller, un destacado pastor alemán, pasó casi
ocho años en campos de concentración nazis porque se oponía abiertamente a
Hitler. La víspera de Navidad de 1944, compartió estas palabras de esperanza
con sus compañeros de prisión en Dachau: «Mis queridos amigos, esta Navidad […]
busquemos en el Bebé de Belén a Aquel que vino para soportar con nosotros todas
las cargas que nos abruman […]. ¡Dios mismo construyó un puente hacia nosotros!
¡Un amanecer de lo alto nos ha visitado!».
En Navidad, recordamos la buena noticia de que Dios, en
Cristo, nos busca donde estemos y cierra la brecha que nos separa de Él. Inunda de luz nuestras prisiones de
oscuridad y levanta la carga de tristeza, culpa o soledad que nos agobia.
Aquella Nochebuena en la cárcel, Niemoller compartió esta
buena noticia: «Del resplandor que rodeó a los pastores, un rayo brillante
caerá en nuestra oscuridad». Sus palabras nos recuerdan al profeta Isaías: «El
pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de
sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos» (9:2).
Independientemente de dónde te encuentres hoy, ¡Jesús ha
penetrado nuestro mundo oscuro con su gozo y su luz!
Señor Jesús, saber que tu luz brilla en la oscuridad y
prevalece sobre ella nos da esperanza y fuerzas.
El gozo de la Navidad es Jesús.
(La Biblia en
un año: Apocalipsis 15:1-8)
DAVID C.
MCCASLAND - (DEVOCIONAL
“NUESTRO PAN DIARIO")