domingo, 18 de diciembre de 2016

Más yo a Jehová miraré 18 diciembre





Año 1 - Semana: 51 - Día: 2



LEE Miqueas 7:1-20 El profeta se queja de las actitudes del pueblo y habla de la esperanza que viene por el Mesías.


MEDITA. En el final del tercer discurso el profeta eleva la voz de queja al ver la condición del corazón del pueblo de Israel (1), contra los príncipes, los jueces, los ricos y poderosos (3). Nadie practica la misericordia ni la honestidad, todos se corrompieron por dinero. (2) ¡Qué difícil es vivir los principios del reino de Dios en medio de un pueblo con estas características espirituales! Jesús cita la descripción de Miqueas de la inmoralidad y desamor del pueblo (4-6) en Mateo 10:21 para describir nuestros tiempos actuales.

¿Cómo concluye el profeta? Se refugió en la oración seguro que Dios le oiría. (7) Se dirige a su enemigo, por entonces el invasor asirio, para declarar que es justo el castigo que soporta Israel por su pecado, pero que llegará el tiempo de la restauración (10-13). Se levantará el Gran Rey en Jerusalén (14) y hará maravillas como cuando los sacó de Egipto (15); las naciones del mundo lo contemplarán y quedarán asombradas (16).

Los últimos tres versículos de Miqueas son de los más importantes del Antiguo Testamento. Hemos leído la más grande declaración teológica acerca de nuestro Padre y Dios: "¿Qué Dios como tú?" y describe la inmensidad de la bondad y amor de Dios. Anualmente judíos ortodoxos acuden a corrientes de agua para arrojar en ellas pedacitos de papel, simbolizando sus pecados, mientras repiten estos tres versículos. Aunque es un acto exterior, representa la fe del pueblo que espera su liberación. ¡Qué glorioso será ver ese día en que Dios perdonará sus pecados y nunca más los recordará!


APLICA. Identifica tus enemigos espirituales. Mira en tu corazón. Otros se parecerán a los asirios de Miqueas. Memoriza el v.7 y refúgiate en el poder de la oración. Allí serán derrotados. Serán avergonzados mientras el Señor hace brillar su luz sobre ti.


ORA. Gracias, Señor porque tú eres mi refugio seguro. Gracias porque mis pecados fueron perdonados. Me has hecho libre.



UNIÓN BÍBLICA INTERN. - (Dev. “ENCUENTRO CON DIOS”)









TRADUCCIÓN