“Yo soy tu Dios
que te esfuerzo” Isaías 41:10
Dios cuenta con una importante reserva de fuerzas para cumplir con sus
compromisos, pues él puede hacer todas las cosas. Creyente, hasta que no agotes
el océano de la omnipotencia, hasta que no rompas en pedazos las elevadas
montañas de su fuerza todopoderosa, no tienes necesidad de temer. Ni pienses
que la fuerza del hombre podrá alguna vez vencer al poder de Dios. Mientras
permanezca la tierra, tienes suficiente motivo para estar firme en la fe. El
mismo Dios que hace andar la tierra en su órbita, que mantiene encendido el
fuego del sol y que adereza las lámparas del cielo, ha prometido darte
diariamente las fuerzas que necesitas. Mientras él sea capaz de sostener el
universo, no temas que resulte incapaz de cumplir con sus promesas. Recuerda lo
que hizo en los días de la antigüedad, en las generaciones pasadas.
Recuerda cómo
él habló y fue hecho, mandó y quedó firme. El que creó el mundo, ¿se fatigará? El cuelga el
globo sobre la nada. El que hizo esto, ¿será incapaz de sostener a sus hijos?
¿Dejará de cumplir su palabra por falta de poder? ¿Quién es el que detiene la
tempestad? ¿No es él el que cabalga sobre las alas del viento, el que hace de
las nubes su carroza y tiene el océano en la palma de su mano? ¿Cómo, pues, te
puede faltar? Ya que él ha puesto en su Palabra una promesa tan fiel como esta,
¿por qué deseas dar cabida en tu mente al equivocado pensamiento de que él ha prometido
más de lo que podía, y que en sus promesas ha ido más allá de lo que puede
cumplir? ¡Oh!, no, tú no puedes dudar más. ¡Oh tú, que eres mi Dios y mi
fortaleza, yo creo que esta promesa se cumplirá, pues los ilimitados alfolíes
de tu gracia nunca quedarán exhaustos, y los rebosantes depósitos de tu poder
nunca podrán ser vaciados por tus amigos ni robados por tus enemigos!
CHARLES
SPURGEON - (Dev. “LECTURAS MATUTINAS”)