“Sal sin medida”
Esdras 7:22
La sal se usaba en toda “ofrenda encendida a Jehová”; y, por sus
propiedades preservativas y purificadoras, era la sal un grato emblema de la
gracia divina en el alma. El hecho de que Artajerjes haya dado al sacerdote
Esdras sal sin medida, es digno de nuestra atenta consideración; y cuando el
rey de reyes distribuya dones entre su real sacerdocio, no disminuirá la
cantidad. Nosotros estamos a menudo estrechos en nosotros mismos, pero nunca en
el Señor. El que desee juntar mucho maná, comprobará que puede juntar todo lo
que quiera. No hay tal hambre en Jerusalén que a sus ciudadanos les sea
necesario comer el pan por peso y beber el agua por medida. Sin embargo, hay en
la dispensación de la gracia algunas cosas que se miden. Por ejemplo: Nuestra
hiel y nuestro vinagre se nos dan con tal precisión que nunca tenemos una gota
de más, pero, en cuanto a la sal de la gracia, se nos da sin ninguna
restricción. “Pide todo lo que quisieres y te será hecho”.
Los padres
tienen que guardar en el armario las frutas y los dulces, pero no necesitan
guardar el salero, pues pocos niños comerán con gusto la sal. Un hombre
puede tener demasiado dinero o demasiada fama, pero no puede tener gracia por
demás. Cuando Jesurún engrosó en la carne, dio coces contra Dios, pero no hay
temor de que un hombre llegue a estar demasiado lleno de gracia. Un exceso de
gracia es imposible. Las muchas riquezas traen muchas ansiedades, pero la mucha
gracia trae mucho gozo. Cuando aumenta el saber aumenta la aflicción, pero
cuando hay abundancia del Espíritu, hay plenitud de gozo. Creyente, ve al trono
y pide una abundante provisión de sal celestial. La sal sazonará tus
aflicciones, pues sin sal son insípidas. La sal preservará tu corazón de la
corrupción y matará tus pecados. Tú necesitas mucha sal; busca mucha y tendrás
mucha.
CHARLES
SPURGEON - (Dev. “LECTURAS MATUTINAS”)