lunes, 12 de diciembre de 2016

¡Cautivos! 12 diciembre


 INTRODUCCIÓN AL LIBRO DE MIQUEAS 

¡OIGANME TODOS! 



El profeta Miqueas, cuyo nombre significa “¿Quién es como Jehová?”, fue contemporáneo con el profeta Isaías, en el siglo VII a.C. y aunque Isaías es el referente de su época, la autoridad profética de Miqueas es legalizada por Jeremías quien lo cita en Jeremías 22:18 y por el propio Señor Jesucristo en Mateo 10:35-36 repitiendo Miqueas 7:6. El estilo de Miqueas es diferente al de Isaías, vivaz, dinámico y rápidamente cambiante de juicio a promesa, de un tema a otro, aún de auditorio. Sin embargo, existe un paralelo muy interesante con Isaías, lo cual confirma la fuente de inspiración divina que ambos tienen en común (comparar Miq. 1:9-16 con Isaías 10:28-32; Miq. 2:1-2 con Isa. 5:8; Miq. 3-5-7 con Isa. 29:9-12; Miq. 3:12 con Isa. 32:14-15, entre otros).

Miqueas profetizó en Jerusalén durante los reinados de tres reyes (1:1) y centró su temática en la corrupción moral imperante en sus días y en el mensaje mesiánico. El libro consiste en tres discursos proféticos, que comienzan de la misma manera, con un llamado a prestar atención.


* Primer discurso: “Oíd, pueblos todos” (1:2). Miqueas predice la futura destrucción del Reino del norte, su ciudad capital, Samaria, y la cautividad de Judá.

* Segundo discurso: “Oíd ahora, príncipes de Jacob, y jefes de la casa de Israel” (3:1). Es una denuncia pública de la desaprobación del Señor al liderazgo de la nación en lo político y económico, seguido también por una denuncia sobre los falsos profetas. Termina con la visión de la restauración de Israel y anuncia el lugar de nacimiento del Mesías, quién es él y el establecimiento de su Reino.

* Tercer discurso: Finalmente dirigiéndose a todo el pueblo de Israel: “Oíd ahora lo que dice Jehová” (6:1), para formularles una muy solemne plegaria. Mientras les hace saber sus demandas, también les extiende su amante misericordia y compasión y les asegura que los enemigos serán abatidos hasta el polvo. Los últimos tres versículos del libro son un cántico de liberación y reconciliación con Dios. Los tres discursos constituyen un mensaje progresivo. Comienza señalando el pecado y el juicio condenatorio, continúa mostrando la salvación y gloria del Mesías y culmina invitando al pecador al arrepentimiento, a volver al Dios en cuyos brazos hallará perfecta compasión y perdón.

¿No es este también el mensaje que nos llega a nosotros habiendo Jesús consumado la obra de expiación en la cruz del Calvario? Seguramente al leer este libro durante la próxima semana tendremos muchas oportunidades para identificarnos a nosotros mismos y a nuestra sociedad contemporánea en las palabras de Miqueas. El que tenga oídos para oír, oiga... y actúe en obediencia para bendición. Paul Owen Argentina







Año 1 - Semana: 50 - Día: 3



LEE Miqueas 1:1-16 Dios siempre advierte de pecado primero, luego anuncia su juicio y finalmente lo ejecuta.

MEDITA. Miqueas convoca a todos los pueblos de la tierra a presenciar el juicio de Dios contra el pueblo de Israel (2-5). El versículo 4 describe la indignación del Santo Dios. El enojo de Dios contra Israel fue a causa de las imágenes talladas e ídolos que llenaban a Samaria. El Reino del Sur, Judá, también hizo lo mismo (Jer. 32:31-35).

Al hallarles culpables Dios sentencia completa destrucción (6-7) y Miqueas expresa su profundo dolor ante el juicio divino (8-9). Los versículos finales de este capítulo describen el avance del ejército asirio sobre Israel. Miqueas hace un juego de palabras con el significado de los nombres de las ciudades y pueblos:


1. Hacer silencio en Gat. ¿Por qué? La respuesta está en 2 Samuel 1:20.

2. Bet-le-afra: ciudad del polvo. Dice: "Revuélcate en el polvo de la ciudad del polvo".

3. Safir significa belleza. Irónicamente, "pásate desnudo y con vergüenza".

4. Zaanán significa marcha. De la ciudad donde se marcha, nadie sale.

5. En Betesel, la ciudad de raíces firmes, no encontrarán apoyo.

6. Marot es amargura. Anhelaron el bien pero recibieron la carga del ejército asirio.

7. Moreset-gat (donde se prensan las uvas para vino). Regalos por vino que no hallarán.

8. Aczib: ciudad de mentira. En ella ponían sus esperanzas; será una esperanza falsa.

9. Maresa significa "herencia" o "a la cabeza". Ambos significados tienen aplicación en las palabras de Miqueas, porque los que poseerán Maresa serán otros, los asirios.


APLICA. Dios se rió de las fortalezas de Israel y las destruyó porque la nación lo reemplazó a Él por obras de sus manos. Considera si has obrado como Israel y reafirma tu fe y confianza sólo en Dios.


ORA. Señor, tú eres mi fortaleza, la Roca eterna sobre la cual edifico mi vida este día. Las obras de mis manos ofrezco en tu altar.



UNIÓN BÍBLICA INTERN. - (Dev. “ENCUENTRO CON DIOS”)









TRADUCCIÓN