Año 1 - Semana: 46 - Día: 1
LEE 1 Reyes 1:32-53
–
Cuando tomamos decisiones sin consultar a Dios pagamos las consecuencias de
manera inevitable.
MEDITA. Hoy leemos un hecho contrastante dentro de una misma
familia. Por un lado el regocijo de la instalación de un rey y por otro el
pesar y el ridículo que alguien sufre como pago justo de su negligencia. Al
analizar a los dos personajes del texto encontramos el contraste entre lo real
y lo falso.
Salomón, el verdadero rey. David, cumpliendo fielmente con su palabra, decide
efectivizarla de manera inmediata ante los hechos anunciados por Betsabé, su
esposa. Llama al sacerdote y al profeta como testigos y ejecutores de sus
órdenes. Les instruye en detalle acerca de cómo deben de hacer con Salomón ante
Dios y ante el pueblo para ungirlo e instalarlo como rey. Como resultado de
esto, la fiesta y el regocijo no se hacen esperar y el pueblo hace fiesta.
¡Viva el rey Salomón! Es el resultado del cumplimiento de las palabras del rey.
Adonías, el falso rey. Ante el alboroto y el ruido de fiesta que se alcanza a
escuchar entre el pueblo, la curiosidad del nuevo "rey" apócrifo ante
sus convidados crece. Al enterarse de los hechos la reacción de todos no se
hace esperar. Unos, por miedo a estar en el lugar y con la persona equivocada,
salen huyendo. Adonías, lleno de miedo y habiendo entendido que lo que había
hecho no fue lo correcto, termina siendo humillado y sometido a una condición
especial "Si él es hombre de bien, ni uno de sus cabellos caerá en tierra;
pero si se halla mal en él, morirá." (52). Sus hechos le llevaron a sufrir
las consecuencias.
APLICA. ¿Cómo decides qué hacer y qué no
hacer? ¿Has experimentado las consecuencias de hacer algo sin la autorización y
confirmación de Dios? Pide a Dios la dirección necesaria para tomar decisiones
con firmeza y sentir su paz.
ORA. Señor, no me dejes olvidar que tú me darás la paz que
necesito para entender tu voluntad.
UNIÓN BÍBLICA INTERN. - (Dev. “ENCUENTRO CON DIOS”)