“Lámpara es a
mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.”
Salmo 119:105 (Leer: Mateo 16:1-4)
Un joven que conozco suele pedirle señales a Dios,
aunque, en realidad, lo que busca es una confirmación de lo que siente. Por
ejemplo, ora así: «Señor, si quieres que haga x, haz y, y sabré que está bien».
Esto genera un dilema. Por su forma de orar y la manera en que cree que Dios
responde, siente que debe volver con su ex novia, Sin embargo, ella está
totalmente segura de que Dios quiere lo contrario.
Los líderes religiosos de la época de Jesús exigían una
señal para que Él validara sus afirmaciones (Mateo 16:1), pero no buscaban la
guía divina, sino que desafiaban su autoridad. La dura respuesta del Señor, «la
generación mala y adúltera demanda señal» (v. 4), los acusó de ignorar las
claras profecías de la Escritura que indicaban que Él era el Mesías.
Dios quiere que
busquemos su guía en oración
(Santiago 1:5), y nos da el Espíritu
(Juan 14:26) y su Palabra (Salmo
119:105) para que nos dirijan. También nos da consejeros y líderes sabios, y el
ejemplo del propio Jesús.
Es sabio pedirle al Señor instrucciones claras, pero Él
no siempre las da de la manera que queremos o esperamos. Quizá lo más
importante de orar es que aprendemos más sobre la naturaleza de Dios y
cultivamos nuestra relación con el Padre.
Señor, que al buscar tu guía hoy en oración, te conozca
mejor a ti y tus caminos.
La mejor manera de conocer la voluntad de Dios es tener
voluntad de cumplirla.
(La Biblia en
un año: Hebreos 6:1-20)
TIM GUSTAFSON -
(DEVOCIONAL “NUESTRO PAN DIARIO")