“Sobrellevad
los unos las cargas de los otros…” 
Gálatas 6:2  (Leer: Gálatas 6:2-10)
Voluntarios de una iglesia pasaron una noche helada
distribuyendo alimentos a personas de bajos ingresos en un edificio de apartamentos.
Una mujer que recibió comida estaba exultante. Les mostró su aparador vacío y
les dijo que ellos eran una respuesta a sus oraciones.
Mientras volvían a la iglesia, una mujer empezó a llorar,
y dijo: «Cuando yo era niña, esa mujer fue mi maestra de escuela dominical. Va
a la iglesia todos los domingos, ¡pero no teníamos idea de que estaba casi
muriendo de hambre!».
Sin duda, estas personas se interesaban en los demás y
buscaban formas de aligerar sus cargas, tal como señaló Pablo en Gálatas 6:2. Pero no se habían dado cuenta de las
necesidades de esta mujer, a quien veían todos los domingos, y ella no
había dicho nada al respecto. Este podría ser un recordatorio para que todos
tomemos consciencia de los que nos rodean y que «hagamos bien a todos, y mayormente
a los de la familia de la fe» (6:10).
Las personas que se reúnen para adorar juntas tienen el
privilegio de ayudarse unas a otras para que ningún miembro del cuerpo de
Cristo padezca necesidades. Si nos ocupamos de conocernos y nos interesamos por
los demás, quizá nunca tengamos que decir: «No teníamos ni idea».
Señor, ayúdame a ver las necesidades de los demás y a
suplirlas.
Nada cuesta tanto como interesarse… excepto no
interesarse.
(La Biblia en
un año: Hebreos 5:1-14)
DAVE BRANON - (DEVOCIONAL “NUESTRO PAN DIARIO")


