Año 1 - Semana: 45 - Día: 5
LEE Juan 7:37-52
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Jesús da vida abundante a quienes creen.
MEDITA. Los hechos en la vida de Jesús son todos
significativos, como también lo es en la vida del creyente. Este era un día
solemne y especial. Durante siete días los sacerdotes habían derramado en el
altar las aguas acarreadas desde la fuente de Siloé como recordación de la
provisión divina en el desierto. Era la oportunidad para expresar el gozo por
las fuentes de agua del país. Y es en esas circunstancias que Jesús ofrece
satisfacción para la sed espiritual del ser humano. (37)
Sus palabras calan
hondo, tanto en sus seguidores como en sus detractores. Lo esencial es la fe en
Jesucristo: "El que cree en mí..." Sólo quien viene a Jesús se sacia
de la verdadera fuente de vida. Bebe el que cree en él y los resultados de una
vida plena saltarán a la vista. Es que
Jesús está anunciando lo que será la obra del Espíritu Santo en "los que
creyeran en él". (39)
En esta ceremonia, al
verter el agua en la tierra, un coro cantaba: "Con alegría sacarán ustedes
aguas de las fuentes de la salvación" (Isaías 12:3 - NVI). ¿Y qué dicha mayor
puede proporcionar al creyente el Espíritu de Dios? Por contraste, la realidad
espiritual del incrédulo se debate en la amargura, las dudas y el
resentimiento. Tal como ocurría con los principales sacerdotes y los fariseos.
Las palabras de Jesús causaban división entre las gentes, por lo que no debe de
extrañarnos que muchos se nieguen a beber el agua de vida. Pero para quienes
han creído "de su interior brotarán ríos de agua viva."
APLICA. ¿Asumes el costo de estar rodeado
por gente incrédula de la Palabra de Dios? ¿De qué manera bebes de la fuente de
vida cuando enfrentas dificultades? Piensa en los beneficios de tu salvación en
tu vida personal, laboral y familiar.
ORA. "¡Crea en mí, Dios, un corazón limpio, y renueva un
espíritu recto dentro de mí!" (Sal. 51:10)
UNIÓN BÍBLICA INTERN. - (Dev. “ENCUENTRO CON DIOS”)