Año 1 - Semana: 46 - Día: 4
LEE 1 Reyes
3:1-15 – Hoy habla con Salomón y queda registrado algo
maravilloso.
MEDITA. Dios se presenta en sueños a Salomón y le ofrece:
"Pide lo que quieras que yo te dé." (5). La respuesta de Salomón nos
enseña una forma muy especial de relacionarnos con Dios. Pensemos en los
siguientes aspectos de su respuesta. Tomó en cuenta lo que aprendió de David,
su padre. Se dice que Salomón anduvo "en los estatutos de su padre
David" (3), "en verdad, en justicia, y con rectitud de corazón"
(6), la reverencia y obediencia a Dios (4), andar en los caminos del Señor
(2.3). Por ello, inicia su respuesta incluyendo aquello que su padre le enseñó.
Tomó en cuenta la
tarea que Dios y su padre le encomendaron. Salomón reconoce ante Dios: "tú
me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre" (7) y
"¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?" (9). La tarea de ser el rey de Israel era
halagadora, sin embargo también tenía su dificultad, gobernar un pueblo
numeroso. Salomón no olvidó que Dios le había colocado en ese lugar
especial y que a él debía de responder con fidelidad.
Tomó en cuenta su
propia condición. Salomón reconoce que "soy joven, y no sé cómo entrar ni
salir. Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste" (7-8).
Ruega a Dios suplir su necesidad de experiencia y buen juicio pidiendo:
sabiduría. Dios es fiel y siempre escucha nuestras oraciones. Cuando no
consideramos estos aspectos las respuestas son muy diferentes a la que recibió
Salomón.
APLICA. Considera tu experiencia personal
caminando con Dios. Cuando oras, ¿Cuál es el contenido de tus oraciones?
¿Procedes egoístamente en ese tiempo tan importante y valioso delante él? ¿Qué
tipo de respuestas has recibido?
ORA. Señor, perdona mi actitud egocéntrica ante ti. Dame aquello
que me permita ser y hacer lo que tú tienes planeado para mí.
UNIÓN BÍBLICA INTERN. - (Dev. “ENCUENTRO CON DIOS”)