Año 1 - Semana: 47 - Día: 6
LEE 1 Reyes 8:54-66
–
La bendición de la presencia de Dios en medio de su pueblo.
MEDITA. ¡Qué cuadro más impresionante fue para todo el pueblo
ver de rodillas a su gran rey Salomón mientras oraba! Luego el monarca bendijo
a la congregación diciendo: "¡Bendito sea Jehová que ha dado paz a su
pueblo Israel, conforme a todo lo que él había dicho! Ni una sola palabra de
todas las promesas que expresó por medio de Moisés su siervo ha faltado".
Una bendición y un reconocimiento a la fidelidad de las palabras de Dios.
Luego hace una
petición que también nosotros deberíamos repetir todos los días de nuestra
vida: "Esté con nosotros Jehová nuestro Dios, como estuvo con nuestros
padres, y no nos desampare ni nos deje" (57). Finalmente pide algo
extraordinario, "estén cerca de Jehová nuestro Dios, de día y de noche,
para que él proteja la causa de su siervo, y la de su pueblo Israel".
Repasemos entonces
las palabras de esta oración y hagámosla nuestra oración:
1.
Que el Señor nos dé paz.
2. Que todas sus promesas se cumplan en nosotros.
3.
Que el Señor incline nuestro corazón a él para obedecerle.
4.
Que la presencia del Señor nunca nos deje para que guardemos su palabra.
5. Que proteja la causa de su siervo y de su pueblo.
Observa el propósito
de esta oración: "A fin de que todos los pueblos de la tierra sepan que
Jehová es Dios, y que no hay otro." ¿Qué propósitos te mueven a orar?
APLICA. Revisa siempre el contenido de tus
oraciones. Cada vez que escuches una oración como la que hemos leído hoy,
tómala como modelo para tus oraciones.
ORA. Señor, te pido lo mismo que pidió hace tantos miles de años
el rey Salomón a fin de que mi corazón sea perfecto para contigo.
UNIÓN BÍBLICA INTERN. - (Dev. “ENCUENTRO CON DIOS”)