miércoles, 9 de noviembre de 2016

Aprende a animarte solo 9 noviembre





“…David se fortaleció en el Señor su Dios…” (1 Samuel 30:6 LBLA)


David acababa de ganar una serie de victorias militares espectaculares. Pero cuando volvió de la guerra y se encontró que su casa había sido destruida por los amalecitas y su familia llevada cautiva, se hundió. Él y sus hombres cayeron en tierra y lloraron hasta que se les secaron las lágrimas. Sin embargo no se quedaron derrotados. “David consultó al Señor diciendo: —¿Perseguiré a esta banda de salteadores? ¿Los podré alcanzar? Él le dijo: —Síguelos, porque ciertamente los alcanzarás, y de cierto librarás a los cautivos” (1 Samuel 30:8). Y el ánimo que se dio a sí mismo, unido a la dirección de Dios, le condujo a su próxima victoria. Vemos una enseñanza aquí: tienes que aprender a hablarte de manera que te animes, a citar las promesas de Dios y a orar por ti. Veamos una promesa de los Salmos de la que te puedes apropiar: “…Por la noche durará el lloro y a la mañana vendrá la alegría” (Salmos 30:5).
                 
Volverá la alegría; ¡Dios lo ha prometido! Así que mírate al espejo hoy y declara: ‘Esto también va a pasar. Lo que no me destruye me hace más fuerte. Mientras tanto, dejaré que esta situación me acerque más a Ti, Señor’. Vamos, anímate a ti mismo. Las batallas más grandes resultan en victorias extraordinarias. En medio de tus debilidades puedes descubrir talentos escondidos. Recordando el peor tiempo de su vida José afirmó: “Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo encaminó a bien…” (Génesis 50:20). Y Dios sigue haciéndolo. Es Él, y nadie más, quien controla tu destino; y Él no es como los hombres. El Señor puede transformar tu dolor en beneficio y tus cicatrices en victorias. Levántate, enfócate en tus metas y proponte seguir adelante. Esta es la palabra para ti hoy: aprende a animarte solo.



BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA HOY")









TRADUCCIÓN