Año 1 - Semana: 36 - Día: 1
LEE Salmos 8:1-9 – Todos deben darle la gloria a
Dios.
MEDITA. Si se quiere, se puede ver que existe un gran abismo entre
Dios y el hombre, como también entre el hombre y la creación de Dios. Confundir
todo es ceguera espiritual. Así como el hombre sobresale de la creación de
Dios, Dios sobresale como Creador.
Por eso el salmista
expresó al principio y al final de este salmo: "Cuán glorioso es tu nombre
en toda la tierra" (1, 9). Y las razones generales para tal reconocimiento
están a la vista:
1. Por su soberanía: "Señor nuestro" (1a).
2.
Por su grandeza: "Has puesto tu gloria sobre los cielos" (1b).
3. Por su poder:
"Por la boca de los que maman, afirmaste tu fortaleza" (2).
4.
Por su misericordia: "Señor ¿qué es el hombre para que te acuerdes del
él?" (4).
5.
Por su galardón:"Lo coronaste de gloria y de honra" (5).
6. Por el honor que le otorga al hombre, haciéndolo señor de
la creación (6).
¿No son estas
suficientes razones para que le demos al Señor toda la gloria y la honra que
sólo él se merece?
APLICA. Guarda unos minutos de silencio.
Siente la presencia del Señor. Identifica en este salmo todos los atributos de
Dios y transfórmalos en oraciones de alabanza y gratitud hacia él.
ORA. Señor, ¡Cuán grande y maravilloso eres! Te alabo y te
bendigo.
UNIÓN BÍBLICA INTERN. - (Dev. “ENCUENTRO CON DIOS”)