miércoles, 28 de septiembre de 2016

El gran sumo sacerdote 28 septiembre





Año 1 - Semana: 39 - Día: 6



LEE Hebreos 4:14 – 5:10 Jesucristo nuestro gran sumo sacerdote.


MEDITA. En el pensamiento de los lectores primitivos del texto estaba presente todo aquello que era muy usual en el Antiguo Testamento, esto es, Moisés, el desierto, el tabernáculo, los sacrificios, los sacerdotes, el sumo sacerdote, lugar santo, lugar santísimo, etc. Con ese telón de fondo, ahora consideremos las siguientes verdades:

1. Jesús no es un sumo sacerdote más, sino que es el gran sumo sacerdote.

2. El sumo sacerdote judío entraba una vez por año al lugar santísimo; el gran sumo sacerdote traspasó los cielos y está siempre a la diestra del Padre, intercediendo por nosotros.

3. El sumo sacerdote terrenal muy poco sabía sobre las debilidades de cada uno de nosotros, de nuestros sufrimientos y anhelos; el gran sumo sacerdote se identificó totalmente con nosotros a través de su encarnación y fue tentado en todo, de modo que puede compadecerse de nuestras debilidades.

4. Tenemos un gran sumo sacerdote a quien podemos acercarnos confiadamente para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

5. El gran sumo sacerdote no necesita ofrecer sacrificios todos los días, ni por si mismo, porque es santo, y como sacrificio pascual su sacrificio fue hecho una vez para siempre.

6. Nuestro gran sumo sacerdote es autor de eterna salvación. Este hecho no sólo tiene connotaciones presentes, sino que contiene elementos que trascienden a la eternidad. ¡Aleluya!


APLICA. ¿Estas verdades eternas te alientan a perseverar en la fe, luchando contra el pecado y la incredulidad? ¿Eres consecuente en honrar con tu vida al gran sumo sacerdote? ¿Con qué frecuencia te acercas al trono de la gracia?


ORA. Ayúdame a asirme de los recursos espirituales que has dispuesto para mi vida a través de tu muerte en la cruz.



UNIÓN BÍBLICA INTERN. - (Dev. “ENCUENTRO CON DIOS”)









TRADUCCIÓN