¿ESTÁS TRANSITANDO POR EL CAMINO ANCHO?
Por Pastor Sugel Michelén
“Entrad por la puerta estrecha;
porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y
muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el
camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” Mateo 7:13-14
Estas palabras nos introducen a la conclusión de uno de los sermones más
conocidos de nuestro Señor Jesucristo, el Sermón del Monte, en donde el Señor
nos explica detalladamente la naturaleza del reino que Él ha venido a
implantar. Y ahora, a modo de conclusión, dirige unas palabras de exhortación a
Su auditorio urgiéndoles a entrar al reino por la puerta correcta. Mucha gente
admira el Sermón del Monte y lo cita continuamente; pero este Sermón no se
predicó para ser admirado, sino para ser practicado.
Hay ciertas cosas que debemos hacer, según la enseñanza del Señor en
este mensaje; pero la primera de todas es asegurarnos de que hemos entrado al
reino por la puerta correcta: una puerta estrecha, que lleva a un camino
angosto. “Entrad por la puerta estrecha… porque estrecha es la puerta, y
angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”.
Existe el peligro de extraviarse y entrar por otra puerta, una puerta
ancha que lleva a un camino espacioso, pero que termina en destrucción y
perdición. Si en verdad estamos preocupados por el destino eterno de nuestras
almas debemos asegurarnos de que hemos entrado y de que estamos transitando por
la vía correcta. Un error en este asunto acarreará sobre nosotros consecuencias
eternas, porque un camino lleva a la vida y el otro a la destrucción y sólo hay
dos opciones que escoger.
Ahora bien, ¿a quiénes se refiere el Señor aquí? ¿Quiénes son estos que
han entrado por la puerta ancha y transitan por el camino espacioso? Algunos
dirán rápidamente que Cristo está hablando aquí de los incrédulos, de todos
aquellos que aun no han depositado su fe en Cristo y continúan en su pecado. Y
ciertamente toda persona que no cree en Cristo está transitando por un camino
que lleva a la perdición. No obstante, el texto sugiere que Cristo está
hablando de un grupo específico de personas dentro del amplio universo de
incrédulos.
Noten, primeramente, que el texto habla de un camino al cual se entra
por una puerta. Toda esa gente que ahora transita por el camino espacioso entró
en un momento de sus vidas por la puerta ancha. Aunque todos los hombres
pertenecen por nacimiento al grupo de los perdidos, estos de los que Cristo
habla en nuestro pasaje tomaron una decisión y entraron por una puerta en vez
de otra.
Es importante señalar que el Sermón del Monte fue predicado
originalmente a personas que estaban, de un modo u otro, interesados en este
asunto del reino. Este tema era importante para estos judíos, algo por lo que
tenían especial interés. El Señor no está hablando aquí a un grupo de paganos
ignorantes, o a un grupo de personas abiertamente inmorales y hostiles a los
asuntos religiosos; este sermón no fue dirigido a un grupo de ateos. No. El Señor se dirigió ese día a personas
que tenían cierto interés en las cosas espirituales. Por eso en los
versículos siguientes vemos cómo el Señor les advierte de los falsos profetas,
de aquellos que se presentan vestidos de ovejas, pero que son en verdad lobos
rapaces (vers. 15). Y luego en el vers. 21 les advierte del engaño de sus
propios corazones.
Muchos llegarán al final del camino engañados, creyendo que se dirigían
al reino de los cielos, cuando en realidad caminaban hacia su propia
destrucción (comp. Mt. 7:21-26). Estos hombres y mujeres escuchan a los
predicadores (por eso son advertidos de tener cuidado con los falsos maestros),
se encuentran envueltos en ciertas actividades religiosas (vers. 21-23),
escuchan las palabras del reino (vers. 24ss).
¿Quiénes son, entonces, estos que corren el peligro de entrar por la puerta ancha? Son personas que se han expuesto de un modo u otro al mensaje del evangelio, fueron despertados en cierta medida por esa predicación y poseen ahora cierto interés por los asuntos espirituales. Tal vez sus conciencias les dicen que la vida debe ser algo más que levantarse todos los días, salir a trabajar, hacer dinero, divertirse de vez en cuando, etc. Pero no obstante, aunque han adquirido cierta luz dela Palabra de Dios, el enemigo de sus almas les
presentó una opción distinta para acallar la voz de la consciencia, una opción
más atractiva que la que Cristo ofrece, más cómoda.
Satanás puso delante de ellos la opción de obtener los beneficios de la puerta estrecha y el camino angosto, entrando por una puerta ancha y transitando por un camino espacioso. “¿Estás inquieto por el estado de tu alma y por todo este asunto de la vida eterna? He aquí mi oferta: te doy lo mismo que Cristo ofrece, sin todos los inconvenientes que traen consigo la oferta de Él”.
¿Quiénes son, entonces, estos que corren el peligro de entrar por la puerta ancha? Son personas que se han expuesto de un modo u otro al mensaje del evangelio, fueron despertados en cierta medida por esa predicación y poseen ahora cierto interés por los asuntos espirituales. Tal vez sus conciencias les dicen que la vida debe ser algo más que levantarse todos los días, salir a trabajar, hacer dinero, divertirse de vez en cuando, etc. Pero no obstante, aunque han adquirido cierta luz de
Satanás puso delante de ellos la opción de obtener los beneficios de la puerta estrecha y el camino angosto, entrando por una puerta ancha y transitando por un camino espacioso. “¿Estás inquieto por el estado de tu alma y por todo este asunto de la vida eterna? He aquí mi oferta: te doy lo mismo que Cristo ofrece, sin todos los inconvenientes que traen consigo la oferta de Él”.
Cuando alguien escucha el evangelio y manifiesta cierto grado de interés usualmente viene el enemigo de nuestras almas y le susurra al oído, “¿Por qué tienes que ser tan austero? No hay que ser un fanático para servir a Dios, no hay que poner las cosas tan difíciles. El camino que te ofrezco es bien espacioso y la puerta de entrada es sumamente ancha. ¿Por qué vas a escoger el otro camino que es tan impopular?”
Los que aceptan esa oferta engañosa son los que Cristo describe aquí como entrando por la puerta ancha y caminado por el camino espacioso. Personas religiosas, que dicen conocer a Cristo y tener una relación estrecha con él, como vemos en los vers. 21 al 23; creen estar en ruta hacia
“Somos seguidores de Cristo, pero en nuestros propios términos; tenemos
una concepción más amplia de la fe cristiana; no somos tan cerrados como
algunos, somos más abiertos”. Profesan ser cristianos, pero entraron por la
puerta ancha y están transitando por el camino espacioso que lleva a la
destrucción.
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