“Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los
hermanos: ‘Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés no podéis ser
salvos’” Hechos 15:1 (Lea: Hechos 15:1-21)
En el quinto capítulo
de Hechos está la historia de la traición del evangelio. Aquí aprendemos de la
clara aparición de lo que sólo podemos llamar falso cristianismo. Nunca
comprenderás el cristianismo hasta que no entiendas que siempre hay presentes,
en cualquier reunión llamada cristiana, manifestaciones y representantes de
tanto el verdadero como el falso cristianismo. Desafortunadamente, el falso
cristianismo es creído por millones que creen que han entendido la verdad y
rechazado la falsedad. Por lo tanto, sus mentes están cerradas a la verdad
cuando se presenta. Aquí vemos la primera aparición de ese tipo de falso
cristianismo que es aceptado sin pensar por millones de personas hoy en día.
Todo comenzó con la
introducción de una herejía muy plausible y atractiva que vino disfrazada de
cristianismo. Lucas dice que ciertos hermanos judíos, que ostensiblemente eran
cristianos, bajaron desde Jerusalén a Antioquía. Vinieron entre los creyentes gentiles ahí, que acababan de salir del
crudo paganismo, que habían sido idolatras, que habían sido devotos del
libertinaje y de las prácticas sexualmente inmorales de los templos
paganos. Estos gentiles habían estado sin esperanza en su visión hacia el
futuro más allá de esta vida y sumidos en la desesperación y la oscuridad, pero
entonces Dios los había salvado. Ahora se estaban regocijando en Cristo.
Pero estos hermanos
judíos vinieron a ellos y dijeron, como los cita Lucas aquí, con las mismas
palabras: “Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser
salvos”. Esto introdujo un tema que dividió la iglesia de Antioquía. Estaban
realmente diciendo: “Para poder convertirte en cristiano, debes primeramente
convertirte en un judío. A menos que te conviertas en un judío, eres un
cristiano de segunda clase, si es que eres cristiano”. Por consiguiente,
retaron el evangelio de la gracia de Dios. Así que el primer conflicto interno
en la iglesia fue sobre la raza y el ritual: sobre la cuestión de los judíos en
comparación con los gentiles y sobre la circuncisión como una señal de
aceptación.
Este tema específico
nos ha pasado hace mucho tiempo y ya no es algo que nos preocupa, pero el principio detrás de ello está muy
presente con nosotros todavía hoy en día. El enemigo simplemente ha
cambiado los jugadores en el programa. Me acuerdo de cómo de estupefacto me
dejó la respuesta que una pareja joven me dio cuando les sugerí que visitaran a
otra pareja que era nueva en nuestra iglesia. Me miraron y me dijeron: “Oh no,
no los quieres. No son nuestro tipo de personas”. Esa es una negación de la
universalidad de la iglesia y de su inclusión de todos tipos de edades y
trasfondos y razas. No sólo gente sino también rituales a menudo se convierten
en tema de contención hoy en día. Sustituye el bautismo por la circuncisión y
traes el tema justo al día. Hay muchos que piensan que no puedes convertirte en
un cristiano a menos que te bautices. Estos temas externos son el tipo de cosas
sobre las cuales los cristianos se están dividiendo hoy en día. Y eso era lo
que estaba ocurriendo en Antioquía.
ORACIÓN. Perdóname, Padre, por
aquellos momentos en los que he negado la universalidad de la iglesia. Enséñame
a aceptar y a acoger a aquellos que ponen su confianza en Ti.
APLICACIÓN PARA LA VIDA. ¿Cuál es el primer reto serio al
evangelio de la gracia en la iglesia primitiva? ¿Cómo continúan socavando el
auténtico cristianismo los temas de raza y ritual en la iglesia y en nuestra
experiencia personal?
RAY STEADMAN - (Dev. "EL PODER DE SU PRESENCIA")


