martes, 1 de marzo de 2016

Míralos bien otra vez (2) 1 marzo





“Miráis las cosas según la apariencia.”  2 corintios 10:7


Pablo deja claro que hay cualidades que todavía no hemos descubierto o discernido en las personas que nos rodean. La mayoría de nuestras conclusiones se basan en información limitada y a menudo imperfecta. Dios vio cualidades en David que su propia familia no reconocía. Para ellos era simplemente un pastorcillo. De hecho, cuando apareció en el frente de batalla y se ofreció para luchar contra Goliat, su hermano mayor Eliab le pidió que se volviera a casa y que se ocupara de sus tareas. Pero unas horas más tarde David mató a Goliat y su nombre se hizo famoso en Israel. Los hermanos de José se ofendieron por el sueño que Dios le había dado y por gozar del favor de su padre. No obstante, llegó a ser primer ministro de Egipto y acabó cuidando de toda su familia durante una época de hambruna.
                 
Lo que se puede aprender de todo esto es que debemos tener cuidado con cómo tratamos a las personas que nos irritan. Aprendamos a pasar por alto las apariencias. ¿Te acuerdas de Rut, una campesina que recogía cebada y que acabó convirtiéndose en la esposa del jefe? Quizá un día alguien así te firme la nómina, así que bendícela y trátala bien. Y aprende a ver más allá de la distracción de la belleza. Acuérdate de Ester y del necio Amán, quien menospreció a la hermosa muchacha que se sentaba junto al rey. Ella sabía algo que él desconocía: tenía acceso divino a la información que salvaría a su pueblo y ocasionaría el final de Amán. Sólo fue cuestión de tiempo. Conclusión: Nunca sabes plenamente lo que sucede en la mente de los demás, así que no te apresures a desecharlos. Míralos bien otra vez.


BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA HOY")







TRADUCCIÓN