“… todo el que
pierda su vida por causa de mí, la hallará.”
Mateo 16:25 (Leer: 1 Reyes
19:19-21)
Cuando era niña, mi semana favorita en el verano era la
que pasaba en un campamento cristiano de jóvenes. El fin de semana, me sentaba
codo a codo con mis amigos, frente a una enorme fogata. Allí compartíamos lo
que habíamos aprendido sobre Dios y la Biblia, y cantábamos. Una canción que
todavía recuerdo hablaba de decidir seguir a Cristo. El estribillo tenía una
frase importante: «no vuelvo atrás».
Cuando Eliseo decidió seguir al profeta Elías, llevó a
cabo algo increíble que hizo difícil (en realidad, imposible) que volviera a su
antiguo trabajo agrícola. Después de ir a su casa y hacer un banquete de
despedida, «tomó un par de bueyes y los mató» (1 Reyes 1:21). Quemó sus
instrumentos para arar, asó al fuego la carne recién cortada y dio de comer a
todos los presentes, poniendo fin a su forma de vivir. Después, «se levantó y
fue tras Elías, y le servía» (v. 21).
Consagrarnos a
Dios, quien merece nuestra devoción, suele implicar tener que pagar un precio. No obstante, nada se compara con lo que ganamos cuando
seguimos adelante con Cristo, quien dijo: «Porque todo el que quiera salvar su
vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará»
(Mateo 16:25).
Padre, ayúdame a ver si hay algo que deseas que deje para
seguirte completamente.
Jesús busca seguidores a tiempo completo.
(La Biblia en
un año: Salmos 107 - 109 – 1 Corintios 4)
JENNIFER BENSON
S. - (Devocional “NUESTRO PAN
DIARIO")