“... en él vivimos, nos movemos y existimos...” (Hch 17:28 CST)
George
Washington Carver, químico botanista que descubrió trescientos usos del cacahuete,
expresó estas observaciones acerca de Dios: “Cuando era niño y exploraba los
bosques casi vírgenes del antiguo territorio Carver, tenía la impresión de que
alguien había estado allí antes que yo. Todo estaba tan ordenado, tan limpio,
había tanta armonía y belleza. Años más tarde en los mismos bosques… me sentí
emocionado, con la sensación de una gran presencia. No solamente alguien había
estado allí, alguien estaba allí… Años después cuando leí en las Escrituras “En
él vivimos, nos movemos y existimos” supe lo que quería decir el escritor.
Desde entonces siempre he sido consciente de que el Creador me habla… El campo
y el aire libre han sido para mí cada vez más una gran catedral desde la que
Dios habla y escucha… El ser humano
necesita un propósito, una misión para vivir, y esa misión es ser colaborador
de Dios.
Mi propósito en
la vida tiene que coincidir únicamente con el propósito de Dios: incrementar el
bienestar y la felicidad de los hombres ¿Por qué entonces nosotros, los que
creemos en Cristo, deberíamos sorprendernos de lo que Dios puede hacer con un
hombre obediente y dedicado en un laboratorio?” En 1921 Carver habló en el
Senado de los Estados Unidos. El presidente le preguntó: ‘Doctor Carver, ¿dónde
aprendió todas estas cosas?’ Él respondió: ‘Las aprendí de un viejo libro’. El
presidente siguió: ‘¿Qué libro?’ ‘La Biblia’ replicó Carver. ‘¿Y la Biblia
habla de los cacahuetes?’ insistió el presidente. Carver respondió: ‘No Señor,
pero habla del Dios que hizo los cacahuetes y yo le pedí que me mostrara qué
hacer con ellos. Y lo hizo’”. ¿Necesitas creatividad o una solución hoy?
¡Pídeselas a Dios!
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


