“…no hay muchos padres dispuestos a pasar tiempo
con vosotros y ayudaros a crecer…” (1
Corintios 4:15 parafraseado)
Padre, haz lo
siguiente por tus hijos:
1) Adviérteles de los peligros de creerse con
derecho a todo. Es verdad que los padres deben brindarles amor
incondicional, pero algunos piensan que sus hijos no pueden hacer nada malo,
¡incluso cuando lo hacen! Por consiguiente, los niños crecen con expectativas
poco realistas y con una visión distorsionada de la vida. Todos tenemos una
especie de registro en el que queda constancia de los triunfos y los fracasos
de la vida. Haz que tus hijos entiendan que es humano cometer errores; si no,
estarán engañándose y más adelante sufrirán las consecuencias. Los niños
aprenden por medio de sus fallos a manejar la desilusión, lo cual los prepara
para cuando en la vida no les salgan las cosas como deseaban.
2) Enséñales la verdad sobre la muerte; la tuya y
la de ellos. La Biblia dice: “Está establecido para los hombres que
mueran una sola vez…” (Hebreos 9:27). Deben saber que la muerte es una realidad
universal y no un castigo divino. Enséñales que la vida, por muy larga que sea,
es un regalo para aprovechar al máximo. Y que el Cielo es una reunión familiar
que no deberían perderse. El fallecimiento de un amigo o de un familiar puede
ser una buena oportunidad para calmar sus temores y equiparles para enfrentar
la pérdida, el duelo y la recuperación.
3) Demuéstrales por qué te casaste con su madre. Es la
relación más formativa en los primeros años; y la que más va a influir en la
clase de adulto que van a llegar a ser, la elección de su pareja y su felicidad
futura. Cuando te ven a ti amar a su madre, tratarla como a una reina y darle
consideración y honor te admirarán,
valorarán y querrán imitar a su fantástico papá.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")