“Los guió con seguridad, de modo que no tuvieran
temor…” Salmos 78:53
Puedes
encontrarte en el desierto y aún así estar en el centro de la voluntad de Dios.
“Hizo salir a su pueblo como ovejas, y los llevó por el desierto como un
rebaño. Los guió con seguridad, de modo que no tuvieran temor…” (Salmos 78:52-53).
En el desierto llegas a conocer a Dios con más profundidad. Entonces, ¿qué
necesitó Israel para sobrevivir en el desierto?
¡Alimento!
Alguien calculó que habrían sido necesarios 26 vagones de comida todos los días
para alimentar a los israelitas. El problema era que no había ni trenes ni
raíles. Pero tenían algo mucho mejor: ¡a Dios! Durante 40 años Él les dio el
maná, “alimento perfecto”, a la entrada de sus tiendas. El suministro fue de acuerdo a la necesidad de cada familia y el Señor
no se olvidó ni un solo día de proveerlo.
Por lo tanto,
si la crisis económica te ha dejado ansioso y preguntándote si Dios puede
cuidar de ti, éste es el mensaje de hoy: tal vez el Señor no te dé todo lo que
quieras pero te dará todo lo que necesites. El Dios al que servimos no está
limitado. Dijo el salmista: “Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo
desamparado, ni su descendencia que mendigue pan” (Salmos 37:25). Un antiguo
predicador acertó cuando dijo: “Donde Él me guía yo sigo; de lo que Él me da me
alimento”. Fíjate: durante 40 años Israel nunca se quedó sin comer. Y su Dios
es tu Dios. Así que confía en Él y deja de angustiarte.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")