“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera…” Hebreos 11:1
Cuando estás
pasando por una crisis, tus convicciones se manifiestan en tus palabras,
actitudes y acciones. Cuando murió Lázaro y su hermana Marta le increpó:
“…Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto” (Juan 11: 21),
estaba expresando una fe de tiempo pasado. Cuando Jesús afirmó “…Tu hermano
resucitará" (v. 23) y ella respondió “…Yo sé que resucitará en la
resurrección, en el día final” (v. 24), esa es fe de tiempo futuro. Pero cuando
dijo “…También sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará” (v. 22)
estaba demostrando una fe del tiempo presente. Como creyentes, la Biblia nos
advierte de “…no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que
no se ven…” (2 Corintios 4:18 LBLA). La fe del presente es la que nos da “…la
certeza de lo que se espera…” (Hebreos 11:1).
Pablo afirmó
que “…por fe andamos, no por vista” (2 Corintios 5:7). Muy a menudo nuestros sentimientos se rigen por lo que vemos, en lugar
de por lo que dice Dios en Su Palabra. Jon Walker escribe: “Cuando creemos
que la realidad se limita a lo que vemos, quedamos atrapados en el
convencimiento de que la única verdad está en lo que percibimos. Nos
convertimos en prisioneros de nuestras percepciones; dejamos de caminar en fe…
Para los que caminan en fe las apariencias nunca son la realidad definitiva
sino que se extiende más allá… de las cosas que no vemos y que son eternas [el
tiempo y las circunstancias no las cambian ni las hacen menos reales] (2
Corintios 4:18). Aunque algunas situaciones parezcan ser malas, Dios está
trabajando para nuestro bien (Romanos 8:28). Él sabe cómo acaba la historia,
así que fija tus ojos en lo que no se ve y no en la realidad material”.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


