“...no os quejéis...” Santiago 5:9
Todo lo que se
hace con frecuencia se convierte en hábito. Por eso dice el apóstol Santiago:
“...No os quejéis...” (Santiago 5:9). El escritor Jon Gordon expuso: “Un ayuno
de quejas no solamente va a conseguir que los que te rodean se sientan más
contentos… Tú también tendrás más alegría, paz, éxito y relaciones positivas”.
Entonces, en lugar de quejarte cuando las cosas no vayan bien:
1) Sé agradecido. El dar gracias por tres
bendiciones todos los días te da fuerza y te hace más feliz. Es imposible ser agradecido
y negativo al mismo tiempo.
2) Anima a otros. En lugar de quejarte por lo
que la gente hace mal, céntrate en lo que hace bien. “...Os rogamos... que
amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a
los débiles, que seáis pacientes para con todos” (1 Tesalonicenses 5:14). Está
bien señalar una debilidad de alguien siempre y cuando la compenses con tres
cualidades dignas de alabar.
3) Céntrate en lo que eres bueno. Empieza un
diario donde dejes constancia de tus logros. Cada noche antes de ir a la cama
escribe algo que haya ido bien durante el día. Puede ser una conversación
inspiradora… O un logro del que estás orgulloso. Un antiguo refrán dice “Nada
da más éxito que el éxito”. Cuando te centras en lo bueno estás sembrando para
que se siga reproduciendo lo bueno.
4) Aprende a soltar. En lugar de
obsesionarte por lo que no puedes cambiar, piensa en lo que sí puedes influir.
Cuando dejas de querer controlarlo todo y pones tu vida en manos de Dios, las
cosas acaban arreglándose.
5) Usa el poder de la oración. Pablo
exhortó: “Orad en todo tiempo con toda oración y súplica...” (Efesios 6:18). La
oración merma el estrés, potencia la energía positiva y mejora la salud. Cuando
estés bajo presión, en lugar de quejarte accede al poder de Dios y recarga tus
pilas.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


