Si puedes olvidar tus
necesidades el tiempo suficiente para servirle a Dios en la mesa y ministrar Su
hambre con tu alabanza... entonces los cielos quizá literalmente sean el límite
de lo que Él hará por ti y te dé. Hay un axioma asombroso. "Entre más profundo
entras en el palacio, menos gente hay, pero la provisión es mayor".
En 1 Tim 6:12-16 Cristo Jesús es descrito como: "... el bienaventurado y único Soberano, el Rey de reyes y Señor
de señores, el único que tiene inmortalidad y habita en luz inaccesible, a
quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A Él sea la honra y el dominio
eterno".
La mayor parte del
tiempo, parece que damos por sentada nuestra relación intima con Cristo Jesús.
La verdad es que probablemente no tenemos idea de con quién estamos tratando,
si el rey Jerjes fue poderoso, imagina el poder más grande y autoridad del Rey
de reyes.
Muchas personas tienen
poco entendimiento del honor, respeto y asombro que se espera cuando se
interactúa con la monarquía. Eso está
bien en el plano terrestre, pero puede convertirse en una deficiencia en el
Reino de Dios.
El "noveno
protocolo del palacio" dice: "entre más te adentras al palacio, hay
menos gente, pero mayor es la provisión". Para comprender esta verdad,
piensa en lo que se necesita para ver a la Reina de Inglaterra.
Primero tienes que
luchar con los guardias que están en la entrada del palacio de Buckingham.
Segundo, debes probar que tienes una razón legítima para ver a la reina y
buscar un permiso formal para verla. Si logras llegar hasta ahí, debes esperar
en fila hasta que la reina decida darte una audiencia.
Millones fotografían a
los guardias reales. Quizá miles logran pasar las rejas en la residencia real
pero menos pueden entrar en el palacio. El acceso directo es limitado a los
oficiales principales y a miembros de la familia, y a veces solo la familia.
Tendemos a subestimar la santidad y a devaluar el honor que
se debe solo al "bienaventurado y único Soberano" que habita "en
luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver".
Dios te da la
bienvenida a Su presencia, pero primero debes aprender el protocolo de Su
presencia. Sobre todo, aprende a honrarlo antes de pedirle.
Entre más lo pongas
primero a Él, más profundo te trae a Su presencia y mayores privilegios y
provisiones recibes ahí.
ORACIÓN. Padre, gracias por el privilegio de llamarte Abba
Padre. Te honro y reverencio como el Padre de las luces y el Todopoderoso, pero
es mi más grande honor llamarte Padre, Amado, Papi. En tu presencia, todas mis
necesidades están satisfechas.
TOMMY TENNEY - (DEV. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)


