EL CAMPO DE BATALLA DE TU MENTE
Por
Paula Hendricks
Noticias para ti… ¡¿Sabías que tienes más de 70,000
pensamientos al día?! Dicen los investigadores que la mayoría de nosotras tiene
alrededor de 45,000-51,000 pensamientos al día, pero ¡pueden llegar a ser
tantos como 70,000!
La mayoría de las batallas que luchas cada día se libran en tu mente.
Aquí están algunos comentarios que hemos recibido en el blog acerca de esto,
que revelan las batallas mentales que enfrentas:
*“Siento que no valgo tanto como las chicas
bonitas/delgadas/atléticas/divertidas.” —Ella
* “Me había formado el hábito de pensar me odio a mí misma u odio mi vida
cuando las cosas marchaban mal.” —Michelle
* “Por favor ora por mi estúpida yo”. —Mist
* “Lucho con mentiras como ‘”nunca seré lo suficiente buena, nunca seré lo
suficientemente linda, y aun si lo fuera, la gente no me amará por quien soy.”
—Michelle
Creo que el apóstol Pablo sabía cuáles eran las batallas de nuestras
mentes cuando le escribió a los creyentes: Tomad
también el yelmo de la salvación (Ef. 6:17).
Una lección rápida de historia— En aquellos días, los soldados romanos
usaban cascos pesados para proteger sus mejillas, frentes, y oídos para que las
hachas de sus enemigos no les arrancaran las cabezas. Piensa en el yelmo o
casco de salvación como tu casco de balón-pie o de montar motocicleta -excepto
que es mucho más hermoso-.
Obviamente, no necesitas ponerte el casco de salvación para ser salva,
porque Pablo escribió esto a personas que ya eran cristianas. Pero sí necesitas
ponerte el casco de salvación para pensar pensamientos verdaderos que se alineen
con quien realmente somos ahora en Cristo.
Tus pensamientos importan— en gran manera. En Romanos 12:2 se nos dice: “Y
no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de
vuestras mente”. Tu mente no fue hecha para controlarte, ¡tú debes
controlar tu mente! Y mientras lo haces, serás transformada de adentro hacia
afuera.
Entonces ¿Cómo puedes ganar control sobre tus pensamientos?
RENOVANDO TUS PENSAMIENTOS. La respuesta está en 2 de Corintios 10:5 - “poniendo todo pensamiento en cautiverio a
la obediencia de Cristo”. Advertencia— ¡Eso es un trabajo difícil e
interminable! Pero vale la pena, porque la alternativa no es bonita. Tomar cada
pensamiento en cautiverio a la obediencia de Cristo significa que tendrás que
monitorear constantemente que cada pensamiento pase el examen de Filipenses 4:8 - Todo lo que es verdadero, todo lo
digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay
alguna virtud o algo que merece elogio, en esto meditad.
Si un pensamiento no aprueba el examen de Filipenses 4:8, en lugar
de dejar que ese pensamiento te atrape, inmediatamente captúralo en tu mente y
llévaselo al Rey Jesús. Luego reemplaza ese pensamiento errante con uno
verdadero, digno, justo, puro, amable, honorable, elogiable, o alabable.
No sé tú, pero yo no tengo ninguno de esos pensamientos en mí. Tengo que
tomar prestados los pensamientos de Cristo y memorizar Sus Palabras para así
reemplazar mis pensamientos por los Suyos.
¿Te puedo animar a hacer lo mismo? Compra un cuaderno en espiral o unas
tarjetas en blanco y escribe los
versículos que encuentres de más ayuda. O grábalos en tu celular. No importa
cómo lo hagas siempre que metas Sus palabras dentro de ti.
Te animo a empezar con los
versículos que hablan acerca de todo lo que está incluido en el regalo de la
salvación. Vuélvete
una seria estudiante de tu salvación. (Es así como te pones el escudo de la
salvación, conociendo y saboreando todo lo que Jesús ha hecho por ti y te ha
dado). ¿Qué te salvó? ¿Cómo sabes esto? Cuando Dios te salvo, ¿cuáles
beneficios y regalos lujosos Él te dio?
Si estás en una relación con Jesús, ahora “tienes la mente de Cristo” (1 Co. 2:16). Obviamente eso no
significa que seas omnisciente, ni que sepas cada cosa que se pueda saber, como
lo sabe Dios. Pero sí significa que tu mente, la cual era hostil hacia Él,
ahora puede entender, aceptar, y pensar en las cosas de Dios. ¡Increíble!
Así que coge ese casco de salvación
y póntelo…. ¡quiero
ver mucho pelo aplastado por los cascos!
Luego vuelve aquí y me cuentas sobre la batalla mental que ganaste esta
semana. Déjame saber qué pensamiento te encontraste pensando y como le ganaste
poniéndote el casco de la salvación y llevando todo pensamiento cautivo a
Cristo.
Nota: Partes de esta publicación han
sido extraídas del libro “Confesiones de una chica loca por los chicos” (Confessions
of a Boy-Crazy Girl), disponible en inglés.