miércoles, 29 de julio de 2015

Cómo evaluar tus pensamientos 29 julio




“... llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo”  (2 Corintios 10:5 CST)


Tus pensamientos marcan el límite de hasta dónde puedes llegar en tu comportamiento, entendimiento y felicidad. Dirás: ‘No lo puedo remediar; me vienen esos pensamientos sin querer’. ¡Sí puedes! “Las armas con que luchamos... tienen el poder divino para derribar fortalezas... llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo” (2 Corintios 10:4-5 CST). Una “fortaleza” es un patrón de pensamiento que te controla. Pueden ser cosas como el temor, la avaricia, la inferioridad, la lujuria, etc. Se le denomina “fortaleza” porque te encierra con fuerza dentro de ella. ¿Cómo la derribas? Con la Palabra de Dios. Por ejemplo, si el temor y el sentimiento de inutilidad te dicen que no eres lo bastante bueno para triunfar, adelántate y declara “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).
                
Si tu meta inmediata es “sentirte bien”, nunca desarrollarás la autodisciplina. “...Ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que por medio de ella han sido ejercitados” (Hebreos 12:11). La disciplina no aporta alegría inmediatamente, pero después trae un gozo duradero. Fíjate en “por medio de ella han sido ejercitados”. Debes ejercitar tu mente para que vaya en la dirección adecuada; de no ser así, te llevará por mal camino. Dios dice: “...Os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida...” (Deuteronomio 30:19). Dios te da a elegir; Él no va a hacerlo por ti. Para andar bajo la bendición de Dios cada día, debes proponerte tener pensamientos que te ayuden y cuanto más lo practiques más fácil te resultará. Sólo tienes que pasar el periodo de “ejercitación”.
  

BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA HOY")







TRADUCCIÓN