“… según la
misericordia del Señor para con él; y lo sacaron […] de la ciudad” Génesis 19:16 (Leer: Génesis 19:12-25)
Hace muchos años, durante una clase para salvavidas, el
instructor nos enseñaba cómo salvar a alguien que se resiste al rescate:
«Acérquense a la persona por detrás, colóquenle un brazo por encima del pecho
para sujetarle los brazos y naden hacia un lugar seguro. Si van por delante, es
probable que la persona los agarre y se hundan los dos». El pánico y el miedo
pueden paralizar e impedir que uno piense y actúe con cordura.
Los dos ángeles
que Dios envió para rescatar a Lot y su familia de la destrucción inminente de
Sodoma y Gomorra (Génesis 19:12-13) encontraron
resistencia. Los yernos de Lot pensaron que la advertencia era una broma (v.
14). Cuando los ángeles le insistieron para que se fuera, Lot vaciló (v. 15).
Entonces, «lo tomaron de la mano y, junto con su mujer y sus dos hijas», los
pusieron a salvo porque el Señor tuvo misericordia de ellos (v. 16).
Al reflexionar acerca de nuestra peregrinación de fe en
Cristo, podemos ver que la fidelidad de Dios triunfa sobre nuestra renuencia y
negativa. Cuando encontremos personas hundidas en el temor y la desesperación
espiritual, apliquemos sabiduría para mostrarles el amor del Señor hacia ellas…
y hacia todos los que se resisten a ser rescatados.
La misericordia de Dios puede vencer nuestra resistencia.
(La Biblia en
un año: Job 14-16 – Hechos 9:22- 43)
DAVID C.
MCCASLAND - (Devocional “NUESTRO PAN DIARIO")