“...¡A nadie le importo!” (Salmos 142:4 TLA)
Aquellos en quienes
intentas influir siempre se preguntan: '¿Te importo?' Acuérdate de las mejores
experiencias que hayas vivido con gente. ¿Qué tienen en común? Que se
preocupaban de ti de corazón, ¿verdad? Y es maravilloso que puedas ampliar esa
capacidad de cuidar de otros para abarcar también a los de fuera de tu círculo
social. Sea cual sea tu profesión, cuando ayudas a los demás, mejoras tanto tu
vida como la de ellos.
Veamos algunas
observaciones de algunas personas de éxito procedentes de diversos trasfondos.
Negocios: "No puedes hacer que el otro se sienta importante cuando está
contigo si en el fondo piensas que es un don nadie" (Les Giblin, mejor
vendedor del año en EE.UU. y conocido conferenciante). Política: "Para
ganar a un hombre para tu causa, debes convencerle primero de que eres su amigo
leal" (Abraham Lincoln, expresidente de los EE.UU.). Ocio: "Algunos
cantantes quieren que la audiencia los ame. Yo amo a la audiencia"
(Luciano Pavarotti, legendario tenor de la ópera italiana). Ministerio cristiano: "Cuanto más te
entregues a algo mayor que tú, más energía tendrás" (Norman Vincent Peale,
pastor y escritor).
El salmista escribió:
"¡A nadie le importo!" (Salmos 142:4 TLA). Y hay personas con las que
tratas a diario que en el fondo también se sienten así. Ya sea que intentes
compartirles tu fe, que hagas negocios con ellas, que entables una amistad o
que les ayudes en algo en concreto, debes demostrarles que te importan de
verdad. Todo eso demanda tiempo, esfuerzo y hasta sacrificio, pero si de verdad
te preocupan las relaciones humanas, lo harás. Seguramente alguien lo hizo por
ti y eso ha contribuido a moldear a la persona que eres hoy. ¡Ahora hazlo tú
por otros!
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")