“…haced esto en memoria de mí” 1 Corintios 11:24 (Leer: 1 Corintios 11:23-34)
No tiene que ver con
que la mesa sea cuadrada o redonda ni que las sillas sean de plástico o de
madera; tampoco importa la comida, si fue hecha con amor. Una buena comida se
disfruta cuando apagamos el televisor y los teléfonos celulares, y nos
concentramos en las personas con quienes la compartimos.
Me encanta sentarme y
disfrutar de una buena charla con amigos y familiares sobre infinidad de temas.
Sin embargo, la tecnología lo ha dificultado. A veces, nos interesa más lo que
dicen otros (tal vez, a miles de kilómetros de distancia) que lo que comenta la
persona que está al otro lado de la mesa.
Hemos sido invitados a reunirnos alrededor de otra mesa para
celebrar la Cena del Señor. No tiene que ver con que la iglesia sea grande o pequeña
ni con el tipo de pan que se use. Se trata de apagar nuestros pensamientos para
olvidar las preocupaciones y concentrarnos en Jesús.
¿Cuándo disfrutamos por
última vez al participar de la mesa del Señor? ¿Gozamos de su presencia o nos
preocupa más lo que sucede en otra parte? Esto es importante, porque «todas las
veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor
anunciáis hasta que él venga» (1 Corintios 11:26).
Señor, ayúdame a
disfrutar la comunión con otros mientras recordamos lo que hiciste en el
Calvario por nosotros.
Recordar la muerte de
Cristo nos da fortaleza para hoy y esperanza para mañana.
(La Biblia en un año: Jueces 16-18 – Lucas 7:1-30)
KEILA OCHOA - (Devocional “NUESTRO PAN DIARIO")


