“Perdona nuestras ofensas…”
Mateo 6:12
El problema más grande
del hombre es el pecado. Le produce muerte espiritual, le separa de Dios y de
los hombres, le llena de culpa y puede eventualmente condenarle a una muerte
eterna. La única solución es el perdón, y la única fuente de perdón es
Jesucristo.
Todos los pecados son
castigados con la muerte (Rom 6:23) pero Cristo pagó por los pecados del mundo,
haciendo posible así el ser perdonados y tener vida eterna a través de la fe en
Él (Juan 3:16) ¡Qué realidad tan gloriosa!
Las Escrituras hablan
de dos tipos de perdón: el jurídico y el paterno. El perdón jurídico viene de
Dios el juez justo quien borró tu pecado y te libertó del castigo y la culpa,
ya que Cristo pagó lo que debías en la cruz. En el momento de tu salvación, Él
perdonó todos tus pecados, pasados, presentes y futuros y te proclamó justo por
la eternidad. Es por eso que nada te puede separar del amor de Cristo (Rom
8:38-39).
El perdón paternal es dado a los creyentes por su Padre
amoroso cuando ellos confiesan sus pecados. Ese tipo de perdón es el que habla
Jesús en Mateo 6:12
Cuando un hijo
desobedece a su padre, la relación entre padre e hijo se ve dañada. El hijo
sigue siendo un miembro de la familia y hay un sentido de que ya ha sido
perdonado porque está bajo el techo de amor de sus padres. Pero algo de
intimidad en su relación se pierde hasta que el hijo busca el perdón.
Esa es la idea de Mateo
6:12. Los pecados que cometes como un creyente no te roban la salvación, pero
sí afectan tu relación con Dios. Él te sigue amando y siempre será tu Padre,
pero la intimidad y la dulce comunión que una vez conociste se comprometen hasta
que buscas la reconciliación al confesar tus pecados.
Como cristiano, has
sido perdonado jurídicamente y nunca vendrás a condenación. Pero nunca abuses
de esa gracia. Haz de la confesión parte de tus oraciones diarias para que el
pecado no dañe tu relación con tu Padre celestial.
ORACIÓN. Padre, gracias te doy por perdonarme, quiero aprender
a apartarme de las obras que te desagradan, ayúdame a cambiar, transforma mi
mente en Cristo Jesús, amén.
JOHN MACARTHUR -
(Dev. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)