lunes, 30 de marzo de 2015

Recibe la corrección 30 marzo




"...No aceptaron mis correcciones..."  (Jeremías 2:30 TLA)


¿Cómo reaccionas cuando te corrigen? ¿Te ofendes? ¿Te lo tomas como que te rechazan? ¿Te pones a la defensiva? ¿Atacas al que te da la buena o la mala noticia y te aseguras de que nunca más se atreva a hacerlo? ¿Llevas la cuenta y dices: 'Comparado con lo que yo he conseguido en la vida, tú no has logrado nada'? ¿Te tienes lástima y piensas que la vida es muy dura porque no te entienden o te aprecian? Necesitamos que la gente sea sincera con nosotros. ¿Por qué? ¡Porque el ego nos ciega fácilmente! Cuando Dios envía a alguien para hacer eso, es porque quiere lo mejor para ti. De hecho, Su buena disposición para corregirte demuestra cuánto le importas. "...Si se os deja sin disciplina... sois bastardos, no hijos" (Hebreos 12:8). Así que asegúrate de que tu partida de nacimiento está en el registro civil del cielo.

Las personas que se muestran abiertas a la corrección generalmente presentan estas cuatro características:

1) Vulnerabilidad. Cuando se equivocan, son capaces de reconocerlo, incluso cuando son confrontados.

2) Disposición para aprender. Están dispuestas a oír, aprenden rápido y siempre aceptan consejos.

3) Disponibilidad. No intentan evitarte.

4) Sinceridad. Se aferran a la verdad, sin importar cuánto duela. Dirás: '¡Eso es pedir mucho!'. Sí, tienes razón. Es un grado de madurez que el orgullo rechaza y del que huye el "ego" inseguro. Hay algo dentro de cada uno de nosotros que prefiere quedar bien en lugar de hacer lo correcto. Así que cuando Dios te envíe a gente que te ama lo suficiente como para no andarse con rodeos contigo, acéptala. Tu crecimiento personal y tu éxito están en juego.


BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA HOY")







TRADUCCIÓN