Déjame hacerte una
simple pregunta: ¿Has sido libertado? Probablemente pienses: "¡Por
supuesto! Yo fui redimido y santificado por Jesús y vivo para Él. Ese es el
testimonio de todo creyente".
Ahora toca la siguiente
pregunta: ¿Tu vida diaria refleja la libertad gloriosa que acabas de describir?
¿O eres como las multitudes de cristianos que sirven, los cuales están en un
círculo vicioso espiritual? ¿Tu caminar cristiano está en constantes subidas y
bajadas, luciendo espiritual un momento y carnal al siguiente momento?
Aceptamos por fe las
grandes verdades teológicas sobre la obra de Jesús para nosotros: la salvación,
la redención, la santificación y la liberación. Sin embargo, para la mayoría de
nosotros, éstas son "verdades espirituales" de otro mundo. Cantamos y
nos regocijamos en la Iglesia por lo que Jesús hizo por nosotros, pero Su
regalo de libertad, ¿es una realidad en nuestro diario vivir?
En ocasiones, todos
luchamos por mantenernos puros en nuestros pensamientos y acciones. Cada vez que fallamos en nuestro caminar,
lo cual es frecuente, nos preguntamos: "¿En verdad Dios me hizo
libre?" Si tu respuesta a ello es "no", si te sientes
atrapado en una vida que sube y baja, quizás te preocupa tu posición en Dios.
Probablemente, en ocasiones, hasta cuestionas tu propia salvación. Amigo, eso
no es libertad. Entonces, ¿qué significa verdaderamente haber sido hecho libre
en Cristo?
La primera evidencia de
esto, viene de Jesús, quien dice: "¿Y
quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? ...Mas
buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas os serán
añadidas" (Mateo 6:27, 33).
Últimamente, me he
puesto ansioso por algo muy real: ¡Mi edad! En mi década de los veinte años,
veía a mi papá en sus cincuentas y pensaba: "Él es tan anciano".
Ahora que yo estoy en mis cincuentas, y hace tiempo estoy en la segunda mitad
de mi vida, me estoy comenzando a aterrar. ¿Qué me dice Jesús en mis
preocupaciones?: "Gary, ¿puedes acaso añadir siquiera una hora a tu tiempo
de vida? No estés ansioso".
Cristo nos ofrece las
mismas palabras a todos los que estamos preocupados por nuestras vidas
espirituales: No estés ansioso. A pesar de cuán quebrantado y tambaleante te
sientas acerca de caminar con Él, Él declara: "Eres una nueva
criatura". En el momento en que elegiste seguir a Jesús, Él te hizo nuevo,
y eso nunca cambia, aun cuando pienses que te has apartado demasiado, Jesús
dice lo contrario: "No estés ansioso. Yo te he provisto de todo lo que necesitas
para tener comunión conmigo".
GARY WILKERSON - (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)