"…para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta." Romanos 12:2
Para cumplir Su
voluntad para tu vida, tendrás que dejar a un lado lo que otros quieran que
seas. Tu jefe quiere que seas más productivo. El gimnasio, que estés más en
forma. El banco, que te endeudes más. Parece que todo el mundo tiene un plan
para ti y, si te pasas la vida intentando satisfacerlos, nunca serás libre. A
veces, amar a la gente incluye defraudarles. Intentar ser la persona que los
demás quieren que seas supone vivir de una manera superficial. Nadie te puede
decir cómo cambiar, porque sólo Dios lo sabe. Ni siquiera tú sabes cómo
cambiar, porque no te creaste a ti mismo.
Amar a alguien es
desear lo mejor para su vida y colaborar en el proceso para que logren ser lo
mejor. El único ser de todo el universo que tiene la capacidad de hacer eso es
Dios. A diferencia de la gente, Dios no tiene segundas intenciones ni
necesidades en las que espera que tú le ayudes. Él conoce la mejor versión de
ti. Se deleita precisamente en esa idea y está trabajando en ti para que llegues
a dar fruto. La Biblia dice: "...Dios dispone todas las cosas para el bien
de quienes Lo aman..." (Romanos 8:28 CST). Eso significa que Dios actúa
constantemente para ayudarte a convertirte en alguien extraordinario. Serás
plenamente libre sólo cuando decidas ser la persona que Dios quiso que fu eras,
ésa que Él está transformando día a día.
BOB
Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA HOY")